La asamblea vecinal espera «escéptica» la propuesta que el alcalde hará el lunes

C.M. / Burgos
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Cinco de los vecinos concentrados en la 'zona cero' se reunieron con el responsable municipal para tratar de acercar posturas

Los manifestantes volvieron a dirigirse ayer a Comisaría, donde no queda ningún detenido, para reclamar su libre absolución. - Foto: Alberto Rodrigo

 
La asamblea vecinal que se concentra en la ‘zona cero’ espera con «escepticismo» la nueva propuesta que el alcalde, Javier Lacalle, les hará el lunes sobre el bulevar de la calle Vitoria. Una propuesta, que según les dijo a los cinco vecinos con los que se entrevistó ayer «contentará más al barrio».
Sin embargo, el colectivo no moverá ni un ápice su postura y le pidió la paralización definitiva de las obras. Además, le plantearon tres puntos inegociables:absolución de todos los detenidos, la retirada del barrio de las fuerzas del orden y que se devuelva la zona a su estado original. 
Lógicamente, Lacalle les reconoció que no está en su mano ninguno de las dos primeros y les pidió tranquilidad durante el fin de semana. «Nosotros hemos ido allí como vecinos, no representamos a nadie y no podemos tomar decisiones sin consultarlo con la asamblea. Sin embargo, no hay nada que negociar hasta que no se cumplan las tres exigencias», apuntó uno de los asistentes.
Sus palabras fueron respaldadas por los aplausos de los asistentes a la asamblea de la tarde, celebrada después de la reunión. En la de por la mañana alguna de las voces habían planteado no acudir a la llamada del Ayuntamiento, evidenciando las primeras discrepancias en el heterogéneo colectivo. «Nosotros exigimos, no negociamos», apuntaban algunas voces.
También se lanzaron críticas contra la Asociación de Vecinos Las Eras por buscar el «protagonismo y abandonar la protesta al día siguiente de iniciarse las obras». Sin embargo, otro de los intervinientes defendió la labor realizada por esta organización, que fue una de las impulsoras de la plataforma contra el bulevar y la primera en convocar asambleas informativas y hasta tres manifestaciones contra el proyecto con gran participación. «Necesitamos a todos», apuntó otro.
El movimiento habló de impulsar la Plataforma Bulevar, no ahora ni nunca, un nombre muy significativo porque el lema con la que ha estado funcionando la anterior era ‘Bulevar, no ahora’.
En la séptima jornada de protesta los vecinos no madrugaron como en anteriores ocasiones para evitar la continuidad de las obras. Unas 200 personas se personaron en la zona a las diez de la mañana para crear grupos de trabajo con los que hacer más ágil el funcionamiento de la asamblea.
 El objetivo es continuar con las movilizaciones para avivar la «chispa de una revolución que se está extendiendo a otros puntos de España» continúe.
La carpa de plásticos colocada hace unos días para resguardarse de la lluvia ha dado paso a un campamento estable, donde se ha instalado una bombona de butano para poder calentar comida y café para quienes se encuentren en la zona, aunque también son muchos los vecinos los que donan víveres a los concentrados. Un equipo de megafonía ha permitido que las intervenciones en la asamblea puedan ser seguidas mejor y, al parecer, el párroco de la iglesia de Fátima les ha ofrecido un local para poder dejar el material.
Durante la reunión matinal se acordó la creación de cinco comisiones de trabajo. Un jurídica para prestar asistencia a los detenidos y asesoramiento en las cuestiones que estimen necesarias, otra económica para recabar fondos, otra reivindicativa, que elaborará las peticiones del barrio, otra informativa para articular la programación de acciones y otra económica para recaudar dinero para sufragar las defensas de los 46 detenidos en los disturbios.