La Universidad de Burgos recibirá fondos europeos Feder por valor de 1.203.700 euros para la adquisición de equipos científico-técnicos, lo que supone cuadruplicar la cuantía recibida hace dos años en la misma convocatoria de ayudas. El nuevo material, que se instalará a lo largo de 2015, supone un «gran avance» en las investigaciones de los grupos propios de la institución y de las empresas del entorno al permitir el acceso a «tecnología de última generación».
En concreto, las ayudas beneficiarán a los campos de análisis químicos, de materiales, de alimentos y de nanotecnología, según explica el vicerrector de Investigación, Jordi Rovira. Las mayores cuantías se destinarán a la compra de un microscopio de fuerza atómica y de un cromatógrafo líquido de alta resolución, que permite la separación e identificación de los componentes de una mezcla, mientras que el resto se invertirán en actualizar y complementar los equipos ya existentes.
Dada la elevada cuantía de estos materiales, la Universidad creará comisión de negociación formada por investigadores y técnicos que se ocuparán de recopilar información de presupuestos y ofertas de las distintas empresas que comercializan este tipo de aparatos. Los datos obtenidos permitirán elaborar el pliego de condiciones que regirá en el concurso que se convocará para su compra.
El equipamiento se instalará en el parque científico de la institución, que conforman el edificio de I+D+i y el futuro Centro de Biotecnología Alimentaria (CIBA), ambos situados junto a la Facultad de Ciencias. El responsable académico prevé que los materiales estén en sus lugares de destino en verano, por lo que no habrá problemas de tiempo para justificar los fondos concedidos, algo que deberá realizarse antes del 31 de diciembre de dicho ejercicio.
Las ayudas procedentes de fondos europeos fueron resueltas por el Ministerio de Economía hace tres semanas. Se trata de la convocatoria correspondiente a 2013, que entre la presentación de proyectos, su selección y ejecución se prolonga durante dos años. En esta ocasión, la institución académica local ha resultado mucho más beneficiada en el reparto que en anteriores, ya que en la de 2011 tan solo recibió 334.000 euros que se han destinado a la mejora de las redes de comunicación de los centros universitarios dedicados a tareas de investigación. Por ello, Rovira no duda en mostrarse satisfecho y realizar una valoración «muy positiva» de las cuantías recibidas que impulsarán los trabajos científicos de la Universidad.