Rodando con Delibes

R. Pérez Barredo / Burgos
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Con guión de su hermano Guillermo, el burgalés Daniel Rivas inicia en Sedano el rodaje de un cortometraje documental sobre la pasión por la bicicleta que siempre sintió el gran escritor castellano

A Miguel Delibes siempre le apasionó la bicicleta, primero como deporte y poco después como medio de locomoción.Sin embargo, sólo se le reveló como un vehículo eficaz y de amplias posibilidades el día que se enamoró de Ángeles. En el año 1941, como confesaba el gran escritor castellano, dos seres enamorados, separados y sin dinero lo tenían muy difícil. Él veraneaba en Molledo (Cantabria) y ella en el pueblo burgalés de Sedano.Entre medias, casi cien kilómetros de distancia. Y no precisamente cien kilómetros amables: repechos, altos de enjundia y puertos ‘rompepiernas’ complicaban la travesía. Aunque entre sus amigos gozada de cierta fama de escalador, que él cultivó aunque temiera que el corazón fuera a escapársele del pecho, el escritor no ignoraba la dureza del viaje.

Pero no se arredró y aquel verano de 1941 cubrió por primera vez -luego vendrían unas cuantas más- aquella etapa más propia de su querido Tour que de una relación amorosa. ‘Llegaré miércoles tarde en bicicleta búscame alojamiento; te quiere, Miguel’, rezaba el telegrama que recibió Ángeles en Sedano. Delibes se enfrentó a su destino por amor: en sus sueños infantiles había fabulado con coronar un día en primer lugar el Tourmalet y con ese pensamiento se puso en marcha antes de amanecer, luego de haber amarrado en el soporte de la bicicleta dos calzoncillos, dos camisas y un cepillo de dientes.

Delibes recogió aquella aventura en un texto titulado Mi querida bicicleta. Ahora, 75 años después, el periodista burgalés Daniel Rivas, acompañado por Ignacio Navarro y Antón Rodríguez, quiere honrar la memoria y la pasión ciclista del autor de El camino con un cortometraje documental sobre esta ruta. Ayer, en Sedano, se realizaron las primeras grabaciones. «El proyecto quiere centrarse en la relación que Delibes tuvo con la bicicleta y con los paisajes de Castilla, pero a la vez lo queremos unir con la intensa relación de amor que mantuvo con su mujer y que el público conoció en Señora de rojo sobre fondo gris», explica Rivas.

El guión del documental es un texto excelente que sobre esta audaz empresa sobre dos ruedas escribió Guillermo Rivas, hermano de Daniel y a la sazón periodista, quien para documentarse sobre la ruta cubrió su distancia exactamente igual que hiciera Delibes. «Pedaleaba los primeros kilómetros, quizá con la copla que le marcó su padre a fuego el día que le enseñó a montar en bicicleta: ‘No mires a la rueda, los ojos siempre delante’. Y en ese momento, ante él, tras esos kilómetros de preparación, se alzaban las Hoces de Bárcena, aún hoy un mito en la carretera vieja de Aguilar de Campoo-Santander.

El cañón horadado por el río Bisueña conforma uno de los puntos más conflictivos del automovilismo español. Un abrupto trazado de curvas enlazadas azotado por el viento lateral del monte. En este punto, Delibes dejaba atrás el Valle de Iguña, el de sus aventuras infantiles que más tarde darían vida a Daniel el Mochuelo, Roque el Moñigo, el Tiñoso, y tantos personajes de su novela El camino. Por delante, seis kilómetros que pican hacia arriba con un 5% de pendiente, ¡un repecho!», escribe Guillermo Rivas en su artículo ¡Aúpa, Delibes!, que también será el título del corto.

El corto recorrerá la etapa entre Molledo y Sedano y para confeccionarlo contarán con extras como los que ayer participaron en las primeras tomas, como en Paradores de Bricia, donde Delibes se detenía para comer huevos con chorizo. El rodaje se prolongará varios días más. «Queremos transmitir la idea de que el recuerdo de Delibes vive entre gente como nosotros, que se enamora de su forma de amar, entre los locos de la bicicleta que comparten esa pasión, y entre los burgaleses en general», explica Daniel Rivas, que destaca asimismo la importancia de los paisajes que esta ruta tiene en el proyecto. El documental, para el que Orbea ha cedido una máquina y que cuenta con el apoyo ‘logístico’ del restaurante de la Residencia Miguel Delibes, tendrá una duración de quince minutos y será producido por Andrés Luque, productor ejecutivo de productos culturales de TVE.

Paisajes únicos, exteriores e interiores: nada como el amor como motor para disfrutar de todo. Así describió Delibes aquel primer viaje, que repetiría durante varios años, y mucho tiempo después, con sus hijos, que aún siguen haciándolo como hermoso homenaje al patriarca cada mes de agosto: «Recuerdo aquel primer viaje de los que hice a Sedano como un día feliz. Sol amable, bruma ligera, brisa tibia, la bicicleta rodando sola, sin manos, varga abajo, un grato aroma a heno y boñiga seca estimulándome.Me parece recordar que cantaba a voz en cuello, con mi mal oído proverbial, fragmentos de zarzuelas sin temor a ser escuchado por nadie, sintiéndome dueño del mundo».