El Gobierno de España ha propuesto la elaboración de un estudio sobre los efectos que tuvo la minería de uranio a cielo abierto en la salud de las poblaciones que residieron cerca de ese tipo de instalación en el país. En una respuesta a una pregunta por escrito registrada en el Senado por Carles Mulet, del Grupo Compromís, en colaboración con la Plafatorma Stop Uranio, el ejecutivo propone “elaborar un estudio actualizado sobre los efectos en la salud de las minas de uranio, en conjunto con un estudio de biomonitorización en una submuestra de población residente en la cercanía de las instalaciones ya existentes”. En respuesta al senador y a la plataforma, el Gobierno apuntó que “es fundamental y necesaria cualquier medida preventina en relación a la exposición de las sustancias que emiten las minas”, aunque subrayó que “la mina del Retortillo no está en funcionamiento, por lo que un estudio en los habitantes de esa provincia no tiene sentido al no producirse ninguna exposición”. El ejecutivo concluye que “las minas de uranio tienen el problema añadido de la acumulación de estériles que son radioactivos”, lo cual implica que “han de ser gestionados de forma específica e impedir su utilización en obras civiles”.