Lacalle renuncia a construir el Arena este año para poder pagar las deudas

Á. M. / A.R. / Burgos
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Primero, pagar. El PP no calculó una deuda con proveedores tan alta (56 millones), publicada ayer por DB

La plaza de toros de El Plantío data de los años 60 y sus presuntas deficiencias fueron la semilla de su reconversión en multiusos. - Foto: Félix Ordóñez

«El sentir general manda y nos aconseja ser prudentes». Es el propio alcalde, Javier Lacalle, el que reconoció ayer a este periódico que ha decidido abortar la ejecución de su proyecto estrella, el Burgos Arena. Pero Lacalle contextualiza su decisión y advierte que «cumpliremos el programa electoral», aunque no será en los plazos previstos.

Como es sabido, el recinto multifuncional que sustituirá a la plaza de toros de El Plantío comenzó a fraguarse en julio de 2010. En aquel mes se diseñó un calendario que pasaba por adjudicar su construcción en marzo de este año. Pasado mañana, vaya. De hecho, el concurso para contratar las obras estaba cerrado y se habían presentado siete empresas o uniones de empresas dispuestas a ejecutarlo. Pues bien, esos sobres ya no se abrirán.

El motivo por el que Lacalle ha tomado una decisión que contraviene su empeño, quizás el principal, radica en la información adelantada ayer por este periódico y que explicaba que la deuda del Ayuntamiento con sus proveedores en facturas pendientes de pago (otra cosa es la financiera) asciende a más de 56 millones de euros, una cifra «que nos obliga a dar prioridad absoluta al pago de esas facturas».

Así que el ‘plan de choque’ que anda barruntando el equipo de Gobierno para aplicarlo con contundencia a lo largo de este ejercicio se ha cobrado la pieza más grande, la mayor de las inversiones previstas por el Ayuntamiento para esta legislatura, pero, eso sí, no de forma definitiva.

«Ahora lo primero es pagar a los proveedores, lo siguiente es reducir la deuda financiera y ajustar el presupuesto a esa situación. Será en 2013 cuando tengamos un horizonte financiero más despejado y podremos volver a convocar el concurso para adjudicar las obras con la finalidad de tener el Arena construido en 2014», matiza el regidor ‘popular’.

Por lo tanto, el Arena seguirá en cartera con la intención de materializarlo otro año, pero «ha dejado de ser lo más urgente». Ahora «lo urgente es pagar», pues el actual equipo de Gobierno ni se imaginaba que la acumulación de impagos alcanzaba una cifra que equivale al coste que tuvo el edificio del Museo de la Evolución Humana.

Presupuestos

Esa decisión, la de dilatar la ejecución del Arena, era la incógnita que era preciso despejar para poder dotar a la ciudad de un presupuesto para 2012. El que se aprobó ad hoc en diciembre quedó inservible ese mismo día ya que el Consejo de Ministros vetó las operaciones de crédito a los ayuntamientos cuyo índice de endeudamiento supere el 75% de sus ingresos, y ese es el caso de Burgos, que se mueve entre el 80 y el 90%.

De ahí que Lacalle insista en la «necesidad de amortizar deuda financiera», que es la contraída con los bancos, la que determina el índice de endeudamiento y la que asciende a 143 millones de euros. Si el presupuesto, ahora desprendido de su inversión más gravosa, renuncia a acometer una política inversionista y se limita a ‘limpiar’ de deuda el balance municipal, el próximo año se podrían cumplir los criterios que impone Moncloa para poder acudir a financiación externa. Pero para eso las cuentas deben ser muy restrictivas.

La inversión prevista para 2012 era de 26 millones y, a falta de que se cierren las cuentas que se pretende llevar al Pleno de marzo para su aprobación, lo más previsible, por no decir seguro, es que esa partida no pase de los 15 millones de euros. Esa cifra se consideraría un nivel mínimo inversor puesto que, y en esto están de acuerdo en la oposición, o al menos en el PSOE, reducir a cero las inversiones tendría un impacto nefasto sobre el mercado laboral de la ciudad.

el mismo proyecto. Después del ‘Vía Crucis de 2012’, y siempre y cuando se alcance el objetivo de sanear las cuentas hasta que la lógica no vuelva a imponerse, el proyecto del Arena se retomará exactamente en el mismo punto en el que ha quedado.

Así, y según lo hablado por el equipo de Gobierno, la intención es volver a convocar el concurso para contratar las obras en enero del próximo año con las condiciones y precios adaptados a la realidad que pinte en 2013, licitarlas en marzo, comenzarlas tras la Feria del próximo año y estrenar el Arena en 2014. Eso, claro, teniendo en cuenta que ese calendario ya se escribió para este ejercicio pero la deuda ha pesado más que los deseos.