Dejan plantados 2 horas a los voluntarios del colegio electoral del Solar del Cid

J.M. / Burgos
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Les convocaron a las 10 de la mañana para explicarles el nuevo sistema informático y les dijeron que su obligación era esperar

Las Mesas Administradas Electrónicamente (MAEs), el nuevo sistema que se estrenará en Burgos y en otras 20 lugares del país durante la jornada electoral de hoy, dio ayer el primer problema antes de empezar a funcionar. No fue un error técnico, sino un inexplicable retraso el que puso de los nervios a los diez representantes de la administración (voluntarios) que estarán mañana en el colegio electoral del centro educativo El Solar del Cid (en el barrio de San Pedro).

Si ya les podía suponer una molestia que les convocaran en la víspera de la jornada electoral, les citaron a las 10 de la mañana para explicarles el funcionamiento del nuevo sistema, su enfado fue creciendo cuando vieron que pasaba el tiempo y el único que se había presentado allí era el conserje del centro educativo. «Han ido a todos los colegios menos al nuestro», afirmó el responsable de todos estos representantes, Ramón Arce.

Ante el olvido de la Administración, decidieron llamar a la Subdelegación del Gobierno en busca de respuestas. Y fueron las que recibieron las que les terminaron de irritar. «Su obligación es estar ahí y esperar que para eso les pagan», relató el padre de uno de uno de los representantes antes de calificar el retraso como «un pitorreo». Porque lejos de que se les trasladaran disculpas, «se nos ha puesto gallito», aseguró antes de recordar que solo se cobra por el día de las elecciones y que ellos habían propuesto, al sufrir la demora, «ir mañana (por hoy) a las 7.30 (media hora antes)».

No fueron los representantes los únicos que se indignaron por la «falta de seriedad» de la Administración ya que el conserje del colegio, según explicaron, también tenía un enfado importante. A él le habían hecho ir al colegio y perder toda la mañana.

En ese tiempo de espera, una pandereta del centro educativo fue motivo de inspiración y sirvió para que los representantes de la Administración bromearan con el hecho de que «éste es un país de pandereta». A las 12.15, dos horas después de lo pactado, llegaban al colegio los equipos informáticos. «El repartidor nos ha dicho que se había enterado hace media hora», comentaron para evidenciar la falta de organización.