El CIMA recibe las primeras visitas, que serán gratuitas hasta octubre

G.A.T. / Miranda
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El Centro de Interpretación de Miranda Antigua permite conocer tanto los recuperados restos del Castillo de La Picota como la bellas y cuidadas terrazas del Jardín Botánico

Ayer se recibió a los primeros visitantes, que en este caso hicieron la visita libre, sin el guía. - Foto: G.A.T.

El CIMA, nombre que responde al de Centro de Interpretación de Miranda Antigua, ya está abierto. Su puesta en servicio arrancó ayer, y ayer mismo ya contó con algunos de los primeros visitantes, interesados en conocer este nuevo complejo cultural que aúna la oferta que supone tanto el Jardín Botánico como el Castillo de La Picota, y que además, en unos meses, ampliará su oferta de servicios con nuevas rutas guiadas por el Casco Histórico, talleres y algunos eventos culturales aún por definir.

Aunque la apertura se ha retrasado enormemente, primero porque la recuperación de los restos del Castillo fue posterior a la construcción del centro, y después porque el proceso de adjudicación de su gestión a un empresa se demoró, la puesta en servicio supone un avance notable en la difusión del patrimonio cultural de la ciudad, especialmente el vinculado a la zona mas antigua de ésta.

Además, hasta la entrada en vigor del horario de otoño e invierno (en octubre), no se cobrará entrada a los visitantes. Y es que estaba previsto un precio muy reducido por las visitas (entre 1 y 2 euros por persona), pero desde el Ayuntamiento han optado por no cobrar de momento y así incentivar más a los mirandeses para que conozcan este importante complejo histórico y natural.

El CIMA se encuentra en la calle San Francisco, justo enfrente de la llamada cuesta de los judíos, en un edificio de estética antigua que fue reformado por dentro íntegramente para acoger la zona de recepción de los visitantes así como las escaleras y el ascensor [por cierto que un no funciona] que salvan el importante desnivel entre la calle y las terrazas del Jardín Botánico.

 Nada más entrar dos amplios paneles ubican a los visitantes. Uno, sobre la estructura y distribución del Jardín Botánico, y el otro, sobre lo que puede visitarse del Castillo mirandés una vez concluidas las obras de recuperación. «Tenemos una sala con un proyector y varias sillas donde se ofrece un vídeo de unos diez minutos de duración en el que se explica parte de lo que es el Castillo», comentan las guías del centro. Además del vídeo, la sala tiene tres grandes paneles informativos que permiten a los visitantes conocer algunos detalles del Jardín Botánico, otros del cerro de La Picota y también algunos aspectos vinculados al cauce molinar del río Oroncillo.

Con esa introducción, la posibilidad de visitar el Castillo y el Jardín es variada. Pueden verse por separado o de forma conjunta, y hay opción a hacerlo con una vista guiada (que dura aproximadamente una hora y media) o bien con una visita libre, para lo que se han editado unos folletos conjuntos que además servir información sobre ambos recintos contienen sendos mapas para que los visitantes puedan hacer un recorrido apropiado por las instalaciones.

Recuerdan que tanto el Jardín Botánico como el Castillo son recintos que están acotados, y cerrados al acceso fuera de los horarios previstos en el CIMA, de tal forma que no se trata de parajes o parques públicos, como antes ocurría con la zona del cerro de La Picota que ahora alberga las partes recuperadas de la fortaleza.

De 7 a 10 horas

De momento el horario de verano (hasta el 30 de septiembre) el CIMA abre de martes a viernes de 10.00 a 13.00 horas, y de 17.00 a 21.00 horas, mientras que los sábados y los domingos la apertura de puertas es de 10.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 21.00 horas. Aunque no hay que reservar entrada previa para las visitas libres, para las guiadas es conveniente que se realice anteriormente una inscripción, para lo que se ha habilitado el teléfono 670 507 031 y en breve se abrirá una cuenta específica de correo electrónico con la dirección siguiente: cima@mirandadeebro.es.

El CIMA combina así una ruta histórica, la del Castillo, con otra medioambiental, la del Jardín Botánico. «La ladera de La Picota es muy importante para la vida mirandesa y su historia, es uno de los lugares de los primeros poblamientos, permite explicar parte de la historia de la ciudad, y tras la recuperación del Castillo se detecta que mucha gente desconocía la existencia de éste, al haber estado durante décadas tapado. Y además, hay unas vistas estupendas desde las terrazas del Castillo», valoran las guías.