La cultura genera 92 millones de euros al año en Burgos

R. Pérez Barredo / Burgos
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2,09 por ciento del PIB. Un estudio encargado por el Plan Estratégico cifra en un 2,09 por ciento la aportación de la cultura al Producto Interior Bruto (PIB) de la ciudad

La cultura, escrutada a menudo con recelo, cuando no directamente denostada, no sólo es necesaria por su contribución al desarrollo y al enriquecimiento intelectual y aún espiritual de una sociedad. Es, también, un importante motor económico y de desarrollo. Cada vez son más los economistas que consideran que el conocimiento, y la cultura como principal fuente de ese conocimiento, es lo que generará más empleo y riqueza en el futuro. Un estudio encargado por el Plan Estratégico de Burgos al Colegio de Economistas de Burgos avala estas afirmaciones con cifras: la cultura representa el 2,09 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de la capital, esto es, unos 92 millones de euros al año.

El estudio sobre el cálculo del PIB de Burgos es el primero que se hace a nivel local en España (sólo el Ministerio de Cultura realiza uno de manera anual) y ha sido confeccionado según la metodología de éste, que no recoge la aportación al PIB inducida por el sector cultural a otros sectores, no incluyendo, por ejemplo, el turismo o su aportación al PIB derivada por eventos culturales o congresuales. Para la composición porcentual del PIB se han estudiado diversos sectores: Libros y Prensa, Informática, Artes Escénicas, Patrimonio, Archivos y Bibliotecas, Artes Plásticas, Publicidad y Audiovisual y Multimedia.

«La cultura es un valor que hace a una sociedad mejor», señala Fernando Gómez, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Burgos, que es uno de los cinco principales contribuyentes a ese PIB cultural de la ciudad con un casi un 8 por ciento, «pero también existe esa parte económica. Y las cifras que arroja ese estudio encargado por el Plan Estratégico son realmente llamativas. No siendo esta la labor más importante de la cultura, sí valoramos, sobre todo en momentos tan difíciles, la importancia que tiene como generadora de riqueza y de empleo. Los datos no hacen más que avalar que tenemos que seguir invirtiendo en cultura y apostando por ella. El hecho de que el IMC sea un órgano autónomo que gestiona la cultura revela esa importancia», apunta Gómez.

En similares términos se pronuncia el alcalde, Javier Lacalle: «Hablamos mucho de la industria, que evidentemente es fundamental. Pero la dinamización de la cultura tiene una influencia importantísima en la actividad económica de la ciudad, en la generación de empleo y la creación de riqueza. Queremos seguir impulsando la cultura, incrementando programación y apostando por el dinamismo de sus industrias. Tener este estudio y saber la incidencia que tiene en el ámbito económico nos anima a ello».

«Hay mayor recorrido». Para Rosa Pérez, directora del Área Social de la Fundación Caja de Burgos, uno de los principales agentes culturales de la ciudad y  el primero en términos de programación tras las administraciones, el impacto de la cultura sobre la vida económica es aún hoy en día un hecho no suficientemente reconocido, aunque afortunadamente las cosas están cambiando. «Es cierto que cada vez más la cultura está dejando de ser considerada no solo entretenimiento o  una vía de formación, para pasar a ser tenida en cuenta como un importante motor de crecimiento económico, siendo reconocida su aportación innegable a la creación de riqueza y empleo, así como su papel catalizador de otros sectores económicos, como el turismo.  Su impacto, pues, en la economía, es evidente, como viene poniendo de relieve el  Anuario de Estadísticas del Ministerio de Cultura, en el que se recogen datos muy significativos. Cerca de 500.000 puestos de trabajo (2,8 por ciento del total) vinculados al sector cultural, en casi 110.000 empresas (3,4 por ciento), 12.000 millones de gasto de las familias (2,4 por ciento del gasto en servicios). En este sentido, con respecto a la aportación de la cultura al PIB de Burgos, hay todavía recorrido y margen de mejora, si tenemos en cuenta que hay estudios que sitúa la aportación de la cultura al PIB nacional en un 3,5 por ciento».

Por lo que respecta a la Fundación Caja de Burgos, y en el apartado expositivo, «me parece oportuno destacar que hay varias empresas de Burgos que colaboran en los montajes del CAB y Casa del Cordón y que son hoy, compaginando sus otras fuentes de negocio, referencias muy interesantes para varios operadores culturales de incluso fuera de Burgos». Por otra parte, en cualquier espectáculo, hablando de medias, un 30 por ciento del coste son servicios contratados en plaza, prestados, por tanto, por los operadores locales.

Para Pérez, la cultura es un  elemento de transformación personal, «pero también social, pues la creatividad y la innovación, consustanciales a la cultura, son factores que resultan decisivos para el avance de la sociedad contemporánea en todos su ámbitos, y también en el económico. Por todo ello la Fundación la ha mantenido como una de sus líneas estratégicas, ya que responde a lo que es su misión: contribuir al desarrollo económico y social de Burgos y su provincia». Su importante inversión, «que no gasto, nos ha permitido ofrecer una amplia programación con una gran proyección social».  

‘Equilibrio razonable’. Alejandro Sarmiento, gerente del Sistema Atapuerca Cultura de la Evolución, que ha supuesto la gran novedad en la oferta cultural y turística de Burgos y de la región en los últimos años con una inversión en términos económicos, de imagen y  competitividad muy importante, llama la atención sobre el deber de «perder de vista que la cultura no sólo se justifica por sus efectos económicos, porque ello sería decir, parafraseando a Nuncio Ordine en La utilidad de lo inútil, que sólo es útil y digno de protección aquello que produce  beneficio; lo que sería aplicar al arte y a la cultura una lógica apropiada a las mercancías».

En este sentido, subraya que «el patrimonio y sus museos, la cultura y la educación nunca debieran ser considerados como una carga para el Estado que requiera justificarse únicamente en datos abracadabrantes de visitas o impactos. Se trata, más bien, de encontrar un equilibrio razonable que dé sostenibilidad al irrenunciable ecosistema cultural público. Una cultura al fin, que huyendo de lo meramente numérico nos recuerde su  valor como  proyecto  -lo que nos une- permitiendo encarar desde la diferencia el futuro en comunidad». Con todo,Sarmiento destaca que el Sistema Atapuerca «constituye una verdadera palanca de desarrollo económico y cultural de Burgos y  Castilla y León, territorio en el que la cultura, el patrimonio, el turismo y el deporte representan porcentajes superiores al 10 por ciento del PIB de la región, y del empleo y las empresas asociadas a ellos suponen el 14 por ciento del total. Y donde uno de cada cuatro contratos laborales se formalizan dentro de estas ramas de actividad».

El MEH ha recibido en el periodo julio 2010-abril 2015, 1.290.167 visitas, señala Sarmiento, que unidas a las visitas a los yacimientos y parque arqueológico, suman un total de 1.930.215 visitas. «Lo que supone que se constituye no sólo como el Museo de Ciencias más visitado de España sino en uno de los museos más importantes del territorio nacional en número de visitas y programación cultural».