Evelio Angulo: «Es necesario un cambio generacional en UGT: tienen que venir nuevas formas de hacer sindicalismo»

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Evelio Angulo - Foto: Leticia Pérez (ICAL)

Cómo cree que evolucionará la situación económica el año que viene? ¿Es tan optimista como los responsables del Gobierno?
La situación económica se está recuperando de manera injusta, y los paganos son siempre los mismos, los trabajadores. No hay un reflejo directo de la mejora de la economía en el crecimiento del empleo y su calidad. Hay un desequilibrio en la distribución de las rentas y en las condiciones de trabajo, y la propia reforma laboral del PP lo ha fomentado, además de su impacto negativo en la fuerza, en la capacidad de los representantes de los trabajadores, frente a la patronal, a la que se ha dado mucha carta, para tomar decisiones de tipo unilateral, orientadas en la mayoría de las ocasiones al beneficio puro y duro y a corto. Me preocupa mucho la temporalidad y la pérdida de poder adquisitivo, porque aquí estamos cuatro puntos por encima de la media nacional.
 
Mariano Rajoy no dibuja el mismo escenario que ve usted y ha suscrito su primer acuerdo social esta semana.
Se me caería la cara de vergüenza de ser presidente de un Gobierno y dejar al país como le estamos dejando con cinco millones de inscritos en el desempleo, 221.477 en Castilla y León, que son 250.000 reales, con el 50 por ciento de la juventud en paro y mayores de 45 años en situaciones complicadísimas. ¿Quién puede pensar realmente que se puede mantener una familia con 426 euros?
 
Pese a todo, en Castilla y León, los datos son ligeramente mejores o eso se dice desde los ámbitos oficiales.
Entiendo el momento político. Estamos a las puertas de las elecciones de la autonomía; y el presidente no tiene otro posible discurso que no sea positivo y de lo bien que estamos. No cabe un discurso pesimista tras pasar por muchos años de la peor crisis conocida en este país. Sería completamente irracional desde el punto de vista político.
 
¿Cuáles serán los caballos de batalla para la UGT el año que entra?
El primer objetivo es reducir el desempleo. Y en relación a aquellos que tienen trabajo, debemos intentar por todos los medios incentivar el consumo interno, elevando su poder adquisitivo. Además, debemos dignificar la contratación, porque no es de recibo que el 93,5 por ciento de los contratos sean temporales y el 41 por ciento, a tiempo parcial. Un cotizante de los antiguos posiblemente cotizará más que cinco o seis de los de ahora. Se están produciendo abusos, te contratan por cuatro horas, trabajas ocho y te pagan seis, pero los servicios de inspección tienen pocos medios. La economía sumergida alcanza el 25 por ciento, pero ¿alguien puede pensar que a un trabajador le gusta estar ahí, sin cotizaciones, sin vacaciones, en una situación de cuasi esclavitud? Asimismo, tendremos que eliminar cualquier incertidumbre sobre la negociación colectiva, como la pérdida de la ultra actividad y los descuelgues derivados de la reforma laboral.
 
¿La sociedad civil está respondiendo de forma adecuada a los problemas de la crisis?
La sociedad parece que está narcotizada del mal dato. Tendremos que trabajar en trasladar una información a la opinión pública de que es necesario movilizarse. No podemos estar pasotas en este tema. Los sindicatos tenemos un papel muy importante.
 
¿Entonces, prevé un 2015 conflictivo?
El ejercicio de la representatividad no es el de la irresponsabilidad. Cuando negocio algo estoy condicionando la vida de mucha gente y venderles motos irrealizables es un acto de irresponsabilidad manifiesta. Todos tenemos que trabajar para que 2015 sea el de la recuperación real, pero que vayamos todos. La recuperación es un derecho de los trabajadores, y deben reivindicarla, y tienen que estar en la movilización. Pero no hablo de huelga, no estamos en ese planteamiento ahora. Ya veremos cómo evoluciona la cosa.
 
¿Quién vende motos?
Estamos viendo cómo están apareciendo determinadas conformaciones pseudo-sindicales, con reivindicaciones muy alejadas de la realidad, basadas en la demagogia más absoluta. Y ya no hablo del sindicalismo amarillo, que se pone a disposición de la empresa. Esa gente está equivocada.
 
¿Temen la irrupción de Somos, el sindicato vinculado de Podemos?
No tenemos miedo a nada. Debemos ser realistas, su irrupción es producto de la mercadotecnia. UGT tiene 126 años y nadie va a descubrir nada nuevo ni a darnos lecciones de cómo se hace esto. Estamos manteniendo e incluso aumentando nuestra representatividad en las empresas, y aunque tenemos mucho respeto por los que optan por representar a los trabajadores, creo que éstos deben reflexionar sobre quién les resuelve los problemas, que son los sindicatos más representativos, con nuestros errores.
 
¿Es partidario de un cambio del modelo sindical ante las críticas que se vierten a contra lo que algunos denominan organizaciones dependientes de la subvención del estado?
Hay algunos, que son excepción, que estarían encantados de la fagocitación de los sindicatos para su libre albedrío, pero en este país los sindicatos figuramos en el artículo 7 de la Constitución. En los países con elevados niveles de bienestar social, los sindicatos tienen un papel determinante.
 
Se acercan meses electorales. ¿Considera que se puede dar un vuelco político en España?
Es muy complicado que se produzca un vuelco, lo que me preocupa es que se produzca una italianización de la política en España, y que el país caiga en la ingobernabilidad. Otra cosa es que debamos trabajar por corregir los graves errores que genera el bipartidismo. Desde el sindicato seguiremos con nuestras reivindicaciones para que se incluya en los programas electorales la retirada de la reforma laboral y la redistribución de rentas.
 
Ya en cuanto a la labor sindical en la Comunidad. ¿La negociación con la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale) se presenta complicada?
Las relaciones con Cecale, al margen de las personas, son muy complicadas. Lo ha señalado también el presidente y el portavoz de la Junta, porque no tenemos un interlocutor con capacidad de compromiso. Cecale tiene un grave problema de confirmación de decisión, tiene una estructura claramente diferente a la nuestra. Es una confluencia de nueve intereses contrapuestos la mayoría de las veces.
 
Antibióticos, Norma o Extrusiones Metálicas son nombres de empresas que se han podido reflotar con la negociación sindical. ¿Es que ahora se dedican a defender empresas?
Estamos cubriendo un papel que igual le tocaba a otros, pero no me importa, mientras se garantice el empleo. La comisión que nosotros nos llevamos en estos asuntos, es con trabajadores. A pesar de los éxitos no estamos satisfechos cada vez que se pierden puestos o se merman las condiciones laborales.
 
¿Campofrío quizá se haya convertido en un paradigma de solidaridad frente a una desgracia que ha puesto en jaque a miles de empleos?
La respuesta hay que valorarla de forma positiva. Todo el mudo va a ayudar pero me preocupa la constatación de esos apoyos. Al presidente de Campofrío, Pedro Ballvé, que no llega al siete por ciento del capital de la empresa, que es principalmente mexicano y chino, hay que reconocerle su valentía, responsabilidad y compromiso porque la nueva planta se hará en Burgos, en menos de 24 meses y tratando de la mejor manera posible a los trabajadores.
 
¿Han cerrado ya la aportación de la Junta para que sea una realidad el acuerdo de los trabajadores con las empresas para un complemento al desempleo de 290 euros al mes durante 24 meses?
Aún no, pero creo que se va a producir un acuerdo. Debo reconocer la rapidez de respuesta por parte del Gobierno autonómico, ya que nos enteramos del incendio a las dos horas de que se produjera, y al día siguiente a las 10.30 de la mañana estábamos con el consejero de Economía, con la consejera de Agricultura, y con sus equipos en el marco del Diálogo Social buscando soluciones.
 
¿Se contemplarán estos apoyos dentro de las ayudas del Plan de Estímulos a los trabajadores afectados por expedientes de regulación de empleo temporales?
El caso de Campofrío creo que saldrá del plan, pero éste incluirá desde el punto de vista conceptual a empresas con ‘ertes’ por causas de fuerza mayor, porque no sólo está en esta situación esa planta. Ahora estos apoyos están limitados a empresas con menos de 250 empleados y con un máximo de 120 jornadas durante seis meses, dos cuestiones que hay que romper ante este caso excepcional. Además, queremos incluir también en el plan a trabajadores afectados por ertes con un horizonte de empleo que ya hayan agotado sus prestaciones, y dotarles de apoyos de 426 euros, una especie de PIE.
 
¿Cómo valora el nuevo programa de estímulos que están a punto de firmar en el seno del Diálogo Social?
El Plan de Estímulos ha pasado de 60 millones en 2012 a 110 en 2015, y hay que reconocer el esfuerzo que hace el Gobierno autonómico, que es claro ejemplo para el conjunto del Estado. El Gobierno de la región es de los menos malos, aunque no estamos plenamente satisfechos  Vestimos el muñeco muchas veces bien, pero me preocupa y ahí está el quid de la cuestión, el cumplimiento real de todo lo que pactamos.
 
¿Cuáles son sus principales reivindicaciones para el nuevo plan?
Las prestaciones son lo más importante, porque Castilla y León está diez puntos por debajo de la media nacional y sólo el 47 por ciento de los inscritos en las oficinas de empleo cobra, el 23 por ciento lo hace con carácter contributivo y el resto son subsidios.  Eso se debe corregir. No podemos tener 100.000 familias en riesgo de pobreza. En este sentido, se debe modificar conceptualmente el PIE y sin dejar de atender a los que vienen del Prepara, debemos buscar otro nuevo concepto de esa ayuda para que no ocurra como este año y sobren del programa 4,5 millones de euros. Hay que crear un perfil que nos permita dedicarle ese dinero y bastante más.
 
Los planes de empleo local recibirán una inyección de 33 millones de euros, con un espectacular crecimiento respecto a 2014. ¿Qué esperan de las corporaciones locales?
El Diálogo Social es un beneficio para el conjunto de la ciudadanía y es importante articularlo también en otras administraciones, en las diputaciones y en municipios de más de 20.000 habitantes, para extender esta filosofía de relaciones sociales a toda la Comunidad. Además, debería complementar estos fondos con los programas que elaboran por libre, para lograr programas amplios de empleo.
 
¿Qué otras materias destacaría dentro de este importante acuerdo?
De deberían potenciar los programas de orientación, formación e inserción. Aun siendo la generación mejor preparada, hay habilidades muy apegadas al puesto de trabajo que requieren una acción de formación específica. Además, en prevención de riesgos pediremos más visitas a empresas y medidas de concienciación para erradicar los siniestros mortales. En cuanto a los programa de conciliación de la vida familiar y laboral, solo nos los creemos nosotros. La posición de la Consejería de Familia es total y absolutamente irresponsable y alejada de lo que tiene que hacer. Estamos llegando a acuerdos, pero el grado de puesta en marcha es bastante deficiencia.
¿Cómo valora el anuncio de Cándido Méndez de salir de la dirección del sindicato en 2016 y su ratificación por el Comité Confederal?
Debo reconocer al secretario confederal su trayectoria sindical, con un fuerte componente de honestidad, responsabilidad y compromiso. Puede tener algún defecto, pero hay que reconocerle esos valores para mí esenciales, en épocas donde el sindicato ha recibido los ataques más furibundos de su historia. Se adelantan los procesos un año para salir de este impás. Alguno pretendía la cabeza de Cándido, que no han conseguido, no va a dimitir.
 
¿Reconocerá errores de su organización?
Se han cometido errores, sobre todo de falta de capacidad de respuesta inmediata, clara y contundente. Nos hubiera dado una sensación indubitativa de qué es lo que tenemos que hacer y cómo lo tenemos que hacer. Aquí no somos todos puros, pero tenemos un porcentaje cercano al 100 por ciento de gente honesta, trabajadora y buena, pero siempre habrá algún golfo, como los hay en cualquier sitio. Se carga las tintas contra UGT porque hay intereses para debilitarnos por temas de poder. Somos el último bastión de defensa de los intereses de los trabajadores y de la sociedad.
 
Este anunció también traerá la renovación a Castilla y León. ¿Cómo analiza lo que tiene que venir a su organización?
Eso llevará a un adelantamiento en los procesos de toda la organización, con cambios de líderes en muchos sitios, incluido Castilla y León, donde Agustín Prieto ya lo ha anunciado. Es necesario un cambio generacional, estoy de acuerdo. Creo que tienen que venir nuevas formas de hacer sindicalismo, sin perder nuestros orígenes. Es necesaria una mayor permeabilidad, mucha más cercanía con nuestros representados, debemos ser mucho más participativos en el propio centro de trabajo. Aquí se va a producir el cambio, y no es momento todavía de hablar de absolutamente nada de eso. Tenemos muchos más problemas relacionados con la propia acción sindical diaria que preocuparnos de cuántos, quién o cómo. No es tiempo.
 
Aun así el proceso de renovación parece que va a ser largo....
El sindicato se tensiona mucho en estos procesos. Los sindicatos en general dedicamos muchos recursos a cuestiones internas y debiéramos dedicar bastante más del doble o el triple de lo que dedicamos al interno al externo, y nos iría a todos mucho mejor. Eso va en la línea de la permeabilidad. No podemos estar viviendo en procesos precongresuales al día siguiente de acabar el congreso. El congreso tiene su período precongresual, pero en Castilla y León se desarrollará un proceso totalmente constructivo en aras de seguir trabajando, que es lo que tenemos que hacer: defender los intereses de los trabajadores y luchar permanentemente contra las injusticias.