El Juzgado de Instrucción número 1 de Burgos ha admitido a trámite la querella presentada por la Universidad de Burgos contra Santiago Cuesta, el que fuera director del Centro Internacional de Investigación en Materias Primas Críticas para Tecnologías Industriales Avanzadas (ICCRAM) hasta que renunció al cargo en diciembre. El auto considera que los hechos denunciados por la institución académica «presentan características que hacen presumir la posible existencia de delito de revelación de secretos y apropiación indebida».Más en la edición impresa o aquí.