No entró a hombros, pero sí en volandas. Apenas apareció en la plaza del Rey San Fernando tras su visita al Centro Estela de la Asociación Síndrome de Down, se acercó a rodear al torero su «cuadrilla» en Burgos: alcalde y concejales, miembros del Cabildo y el Arzobispado y representantes de la Fundación VIII Centenario, además de su amigo, el burgalés Luis Abril. José Tomás fue recibido también por admiradores y curiosos que, sorprendidos por la presencia del diestro, se acercaron para darle la mano y hacerse fotos.
Ya ante la puerta del Sarmental Miguel Ángel Salinas, presidente de la Peña Taurina, le entregó dos ejemplares de la publicación Historia taurina de Burgos, y Gloria, de la Asociación de Guías y gran aficionada al arte del diestro, aprovechó para pedirle una foto con el grupo de turistas que iban a entrar en la Catedral.
Una vez en el interior, el interés del matador por contemplar detenidamente el templo gótico hizo que la Fundación VIII Centenario aprovechara su presencia para pedirle «apoyo» de cara a las actividades del 800 aniversario. José Tomás ya conocía la Catedral porque ha pasado por Burgos como peregrino, pero le faltaba una visita guiada junto al historiador y profesor de la UBU, René Jesús Payo.
Sobre su presencia en la Catedral, el miembro del Cabildo Juan Álvarez Quevedo destacó que igual que la capilla de los Condestables «es un hito dentro del templo», la visita de José Tomás «es un hito dentro de los compromisos que la Catedral está adquiriendo». Yañadió que su estancia supone «un evento social que comunica la Catedral hacia afuera».
A esta suerte de capote también se refirió el alcalde, Javier Lacalle, al reconocer que el recorrido que realizaba «sirve para impulsar y dar a conocer este gran acontecimiento» del VIIICentenario de la Catedral. Por su parte Antonio Méndez Pozo, vicepresidente de la Fundación, le dio las gracias «por estar aquí y de donde vienes», refiriéndose a la visita que había realizado antes al Centro Estela, e insistió en que esperaban «verle por Burgos en el futuro», en alusión a su posible apoyo y participación en las iniciativas del centenario.
Siempre de la mano de Luis Abril, miembro del patronato de la Fundación José Tomás, el torero recorrió el templo bajo las explicaciones de René Payo, deteniéndose en el trasaltar, la Escalera Dorada, el cimborrio, el retablo mayor y la capilla de Santa Ana.