Se acuerdan de aquel Audi A-8 cuyo conductor se hizo tristemente famoso por circular a 260 kilómetros por hora en la autovía de León? ¿Sí? Pues bien, otro sujeto emuló el martes la ‘gran hazaña’ pero en plena ciudad. No, no iba a esa velocidad, ‘solo’ a 122 kilómetros por hora, pero, al igual que el otro, multiplicó por 2,2 el límite establecido, que en vías urbanas es de 50 por hora.

Además, no crean que el conductor del Ford C-Max imitó a Fernando Alonso de noche, cuando la calle Vitoria puede estar despejada de vehículos. Qué va, lo hizo a pleno día, a las siete de la tarde. Por suerte, un radar de la Policía Local pudo inmortalizar -de milagro, es de imaginar- su paso a toda mecha por esta arteria de la capital. El cinemómetro estaba situado a la entrada al barrio Gamonal desde la carretera de Vitoria, frente a Bridgestone.

El coche patrulla que lleva instalado el radar se encontraba en el arcén de la vía y no contaba con el apoyo de otra dotación para dar el alto al vehículo. Sin embargo, ayer identificaron al conductor y enviaron las diligencias al juzgado de guardia de Burgos. Y es que su ‘proeza’ no se quedará en una simple infracción administrativa.

El Código Penal establece que quien conduzca un vehículo de motor o un ciclomotor a velocidad superior en 60 kilómetros por hora en vía urbana -el caso que nos  ocupa- o en 80 kilómetros por hora en vía interurbana a la permitida reglamentariamente será castigado con la pena de prisión de 3 a 6 meses o con la de multa de seis a doce meses o con la de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días, y, en cualquier caso, con la de privación del derecho a conducir entre uno y cuatro años.

El actual Código de Circulación, en todo caso, establece una multa de 600 euros a quienes sobrepasan en más del doble la velocidad máxima permitida. Esta infracción supone la pérdida automática de seis puntos del carné de conducir.