Los servicios públicos no son (y de hecho no pueden serlo por Ley) negocios públicos. Esa es la máxima sobre la que la administración local ofrece al ciudadano resortes que garantizan su universalidad al margen de la iniciativa privada. El epítome de ese principio son los servicios sociales, que al tiempo alimentan de forma constante el debate político sobre la pasión que unos y otros ponen en ellos.
Según la memoria de 2014 elaborada por Intervención, la Gerencia de Servicios Sociales, Juventud e Igualdad de Oportunidades invirtió el año pasado 18.913.076 euros, mientras que reintegró 6.336.353. Su grado de cobertura bajó un 5,35% (hasta el 33,5%) respecto a 2013, lo que significa que el Ayuntamiento destinó el año pasado más dinero a fondo perdido para mantener estos servicios. Así, se facturó menos por la atención domiciliaria, a personas dependientes o por programas de envejecimiento activo, mientras que los costes de estos servicios crecieron o no se redujeron en la misma proporción.
Un caso claro es el de las escuelas infantiles municipales. Los ingresos cosechados por las cuotas de los usuarios bajaron de 622.940 euros en 2013 a 264.591 en 2014, mientras que los costes únicamente se redujeron en 90.000 euros (se quedaron en 1.364.125). Eso provocó la caída del grado de cobertura desde el 42,77% hasta el 19,40%.
En políticas de Juventud también se disparó el gasto a fondo perdido recuperando únicamente el 4,14% de los 513.431 euros que se emplearon (en 2013 fue el 17,71%) y en Mujer el 3,79% de 220.104 (en 2013 fue el 18,3%). Lo mismo ocurrió con el servicio de cuidado a la infancia, al que se dedicaron 357.696 euros y por el que se cobraron 17.445, pasando de una cobertura del 10,43% al 4,88%.
También hubo un impacto importante en el rendimiento de los centros cívicos. El crecimiento de la red con la apertura del de Gamonal Norte y las obras para el de la calle San Juan se notó, pero también influye que los ingresos fueron mucho menores y los gastos se dispararon, y todo a pesar de que 2014 cerró con 9.000 carnés de usuario más que el ejercicio anterior.
Los ‘equipamientos de proximidad’, que es su nombre técnico, costaron 4.693.290 euros e hicieron caja por valor de 309.311 (575.000 menos que el ejercicio anterior), lo que significa que de cada 100 euros dedicados al mantenimiento y las actividades en los cívicos solo regresan 6,59. Esta cobertura del coste cae desde los 23,9 euros de cada 100 que se reintegraron en 2013.
El informe, en el que no media mano política alguna, viene a constatar que, al menos en 2014, la inversión a fondo perdido en el mantenimiento de los servicios sociales municipales fue mayor. O lo que es igual. Los ciudadanos, en su conjunto, pagaron una parte menor de estos gastos de la que afrontaron en 2013. Al menos eso dicen las cifras.