El exministro de Exteriores británico Boris Johnson cargó ayer duramente contra los planes para el Brexit de la primera ministra, Theresa May, en un aclamado discurso durante el Congreso del Partido Conservador que fue visto como un claro indicio de sus intenciones de defenestrar a la líder de la formación. 

De hecho, durante su intervención, el político llegó a aseverar que si él fuera el jefe del Ejecutivo retrasaría al menos seis meses la salida del país de la UE, algo que, a su juicio, serviría para restaurar las negociaciones con Bruselas.

En esta línea, Johnson pidió que no haya nuevos impuestos y un gasto adicional en Sanidad mientras los presentes irrumpían en gritos de celebración cuando apuntó que May tiene que «acabar con el plan Chequers», como se conoce su propuesta para abandonar el bloque comunitario.