Iesu Communio agradece a Gil Hellín su apoyo y su dedicación

DB / Burgos
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La comunidad de religiosas, en una carta de despedida a quien ha sido arzobispo de Burgos, destaca su «firmeza, clarividencia y generosidad» y le definen como «un colaborador tenaz»

Uno de los hechos más significativos ocurrido durante la etapa de Gil Hellín como arzobispo de Burgos fue el nacimiento del instituto religioso Iesu Communio, que fundara Sor Verónica. Por ello, la comunidad de religiosas ha querido agradecer al prelado, a través de una carta pública, la ayuda y el trabajo prestado durante todo el proceso.

En el escrito, las religiosas destacan el papel de Gil Hellín como «padre y pastor» y añaden que «con solicitud incansable se entregó de lleno e incondicionalmente a cuidar amorosamente de aquella porción de su rebaño». Además, subrayan que cuando surgieron las dudas, el prelado se mostró como una persona «clarividente y firme para defender la verdad», así como «generoso hasta el límite, padre protector y solícito y colaborador tenaz que hizo suya nuestra vida».

En la actualidad, Iesu Communio está formado por 200 jóvenes religiosas dedicadas a hacer la oración y a hacer apostolado. Según sus palabras, la misión de Iesu Communio es ser «comunión de Jesús». Como religiosas contemplativas, apuntan, están llamadas «a ser por entero de Jesucristo, a orar y a permanecer en él». Iesu Communio es además «una casa abierta, un lugar donde el peregrino pueda encontrarse con el redentor y reavivar su fe. Pero sobre todo es un espacio abierto donde se celebra la eucaristía y se comparte la fe en Jesucristo».

Todo comenzó en 1984, cuando una jovencísima Verónica Berzosa ingresaba en el monasterio de Santa Clara en Lerma. En aquel momento, la comunidad estaba formada por 25 monjas. Diez años después de su admisión, sor Verónica fue elegida maestra de novicias. A los dos años de su nombramiento, tenía a su cargo a siete novicias y once postulantes, y en 2009, con Berzosa ya como abadesa, eran ya más de 100. Ante la falta de espacio se trasladaron al monasterio de La Aguilera y en 2010 se aprobó su constitución como Iesu Communio.