El mismo día del fallecimiento de Cayetana Fitz-James Stuart, el director del archivo de la Casa de Alba, José Manuel Calderón Ortega, ofrecía en Burgos una conferencia sobre la monarquía de Alfonso VIII. Dado que ayer era una «jornada íntima y para la familia» y la vertiente más pública de la muerte de la duquesa de Alba tendrá lugar en días posteriores, la charla del catedrático no solo no se suspendió, sino que aprovechamos su estancia en Burgos para preguntarle por el fondo documental y el papel de la duquesa. El archivo de la Casa de Alba, que se custodia en el Palacio de Liria, conserva 474 cajas y unas 50.000 piezas documentales. El más antiguo de los documentos data de 1026 y el más reciente de principios del siglo XX.

¿Qué ha representado Cayetana Fitz-James Stuart para el archivo de la Casa de Alba?

Su importancia ha sido considerable porque ella, desde el año 53 en el que se hace cargo de la Casa de Alba, ha llevado a cabo distintas empresas culturales. Promovió la reconstrucción del Palacio de Liria, que fue una obra titánica; restauró el Palacio Monterrey de Salamanca, y supo convertir ambos palacios en magníficos museos para exponer el legado artístico de sus antepasados y las obras de arte que fue adquiriendo a lo largo de su vida. Pero sin duda alguna el mejor acierto ha sido la creación de una fundación familiar que se encarga de velar por la conservación y difusión del patrimonio histórico, artístico y monumental.

¿El archivo de la Casa de Alba está vinculado únicamente a los documentos oficiales de la familia o abarca algo más?

Sí, básicamente está relacionado con la familia. Está dividido en secciones y lo que contiene son papeles históricos que corresponden tanto a la historia de los Alba como a la del resto de los títulos nobiliarios que están vinculados a la Casa.

¿En estos años se han incorporado documentos o únicamente custodian los históricos?

No es poca tarea la que se ha hecho. En los últimos años, y sobre todo a iniciativa de don Carlos, el hasta ahora duque de Huéscar y heredero de la Casa de Alba, se ha procedido a la creación de una base de datos de todo el archivo y se está procediendo en la actualidad a la digitalización de los fondos archivísticos con la idea de ofrecerlos a los investigadores y colgarlos en internet.

¿Cuánta gente trabaja en la fundación y cuánta en el archivo?

En la fundación lo ignoro porque es algo bastante extenso; en el archivo, tres.

¿Tenía relación directa con la duquesa de Alba?

A lo largo de los años en alguna ocasión he tenido trato con ella, fundamentalmente en aspectos referidos al ámbito de mi competencia. Ella ha sido siempre una gran lectora, tenía una magnífica biblioteca y recibía constantemente libros. En ocasiones charlábamos sobre esos libros y también sobre el cuidado exquisito que ella quería que tuvieran sus ejemplares, y que estuvieran perfectamente catalogados y ubicados.

¿Cuántos libros podía tener catalogados?

No lo sé, porque el procedimiento de catalogación de la biblioteca personal de la duquesa no corresponde a los criterios normales de un archivo. No sabría decir, pero en todas sus dependencias privadas tenía libros. Calculo que podría tener entre 10 y 12.000 libros en su biblioteca privada.

¿Teme que el archivo se vea afectado por la muerte de la duquesa?

Supongo que no, porque don Carlos hace ya años que está muy comprometido con lo que es la marcha de la fundación. Además, fue iniciativa del heredero la modernización del archivo y prácticamente el que entrásemos en el siglo XXI. Hasta entonces, realmente era un archivo con elementos de descripción y organización del siglo XIX. Él ha sido el gran artífice de la informatización de los fondos archivísticos, la reproducción de los mismos y desde luego tiene una enorme sensibilidad y compromiso de continuar con la labor emprendida por su madre.

¿Cuál sería el documento más relevante de este fondo?

Quizá por el valor histórico, por lo que representa en la Historia de España y en la de la humanidad, los papeles colombinos, el fondo de autógrafos de Cristóbal Colón que existe en la Casa.

¿Por qué se conservan en la colección de los Alba?, ¿no deberían estar en el Archivo Nacional, por ejemplo?

Bueno, no sé. Se custodia en este archivo entre otras razones porque algunos de los antepasados de la duquesa de Alba fueron también duques de Veragua, descendientes directos de Colón, y aquí han permanecido.

Usted abre el ciclo de conferencias que organiza la UBU y el IMC sobre Alfonso VIII. ¿En qué habría destacado el proyecto político de este rey para la  concepción de la monarquía?

Alfonso VIIIfue un gran rey que tuvo que hacer frente a unas terribles dificultades. No solo porque se queda huérfano muy pronto -con lo que eso supone para la corona-, sino porque tuvo que aprender sobre la marcha. Tenía una idea evidente como era la de potenciar el reino de Castilla frente a unos enemigos poderosos. Desde luego él no podía imaginar que por avatares de la fortuna, del destino o de la providencia, pocos años después de su muerte Castilla yLeón se unirían. Hubiera sido feliz de conseguirlo en vida, pero lógicamente no pudo imaginarlo.