Con la idea de involucrar a la población en el arte, el Museo del Prado lanzó ayer la primera campaña de micromecenazgo, con motivo de la celebración de su bicentenario, para que «toda la ciudadanía» pueda participar de la adquisición de Retrato de niña, de Simon Vouet, con aportaciones de a partir de cinco euros, hasta llegar a los 200.000 euros que cuesta la pieza. 

Así lo hizo saber el director del museo, Miguel Falomir, en la presentación de la iniciativa. «Queremos abrir cada vez más la base de donantes del museo», aseveró para añadir que «siguen reclamando una ley de micromecenazgo». Además, avanzó que si la iniciativa tiene éxito, «habrá mas cuadros». 

Las donaciones se podrán hacer de manera presencial, a través de una hucha situada junto a la obra (expuesta en el espacio adyacente a la Sala de las Musas) y que ha sido estrenada por el propio Falomir, o a través de la web, mediante pago con tarjeta. Los interesados podrán beneficiarse de las deducciones fiscales aplicadas, (en este caso, de hasta el 80 por ciento en la cuota íntegra del IRPF en donaciones iguales o inferiores a 150 euros, y del 35 por ciento a partir de dicha cantidad). 

«Es la manera de hacer que el Museo del Prado sea de todos, no hace falta ser millonario», señaló. En cualquier caso, precisó que no es la primera vez que esta institución «hace partícipe a la ciudadanía» puesto que hace 100 años ya puso en marcha una campaña conocida como «suscripción popular» que «enriqueció muchas obras», aunque destacó que «se tienen que actualizar a la realidad de cada momento».