Nacido para luchar

DPA / Berlín
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Michael Schumacher lucha, desde hace casi un año, por su vida tras su grave accidente

Nacido para luchar

Las que tenían que ser unas apacibles vacaciones de esquí con su familia se tornaron en drama. Una piedra en el camino de Michael Schumacher encogió el corazón de medio mundo. La leyenda alemana de la Fórmula Uno se enfrenta, desde hace casi un año, a la batalla más difícil.

Con toda una vida rozando el peligro a más de 300 kilómetros hora, nadie podía imaginarse que el heptacampeón del mundo acabaría postrado en una cama por un accidente en la nieve.

Schumacher compartía su pasión por el deporte blanco con toda su familia. Sin embargo, su decisión de salir fuera de pista el 29 de diciembre de 2013 en la estación francesa de Meribel acompañado de uno de sus hijos casi le cuesta la vida. Durante el descenso, tropezó y su cabeza se estrelló contra una piedra. El casco, que se partió, impidió que muriera de inmediato. Pero, a partir de ese momento, comenzó una larga lucha por sobrevivir.

El mito fue trasladado en helicóptero a la Clínica Universitaria de Grenoble, operado dos veces de urgencia y los médicos decidieron inducirle al coma.

La noticia conmocionó al mundo y los mensajes de apoyo inundaron durante semanas las redes sociales. «La canciller Angela Merkel y los miembros del Gobierno están muy conmocionados, al igual que millones de alemanes, por el grave accidente de Michael Schumacher», declaró el portavoz del Ejecutivo, Steffen Seibert.

«Rezamos, deseamos, esperamos que ocurra un milagro y que despierte el mismo que era antes», comentó Sebastian Vettel sobre su amigo e ídolo de la infancia.

A pesar del debate que se originó sobre las causas del suceso, la Justicia francesa dictaminó que Schumacher esquiaba «a velocidad normal» y que eligió «deliberadamente ir fuera de pista».

Su familia se cerró en torno a él y las informaciones sobre su delicado estado de salud comenzaron a salir a cuentagotas a través de su mánager, Sabine Kehm.

Los periodistas acamparon a las puertas del hospital y la presión mediática se incrementó hasta tal punto que su esposa, Corinna, se vio obligada a pedir que dejaran tranquila a la familia y, sobre todo, a los médicos.

El mundo del deporte tuvo que esperar hasta mediados de junio para oír la noticia que tanto esperaba. «Michael dejó el hospital de Grenoble para continuar con su larga fase de rehabilitación. Ya no está en coma», informó Kehm.

Una larga recuperación. El legendario expiloto, de 45 años, retirado desde 2012, fue trasladado primero a Lausana, en Suiza, y después a su casa en la localidad suiza de Gland. «Ahora comienza una fase que requerirá mucho tiempo», indicó su esposa. «Ha mostrado buenos avances, pero aún tiene un largo y duro camino por delante», agregó Kehm.

Schumacher, que acumuló siete campeonatos mundiales, 91 victorias y 68 ‘poles’ entre 1991 y 2006, cumplirá el 3 de enero 46 años, en una silla de ruedas, paralizado, con problemas de memoria y sin poder hablar, según indicó el expiloto francés Philippe Streiff, que lo visitó en su casa.

Con motivo de su cumpleaños, el músico de Hamburgo Sascha Herchenbach interpretará la canción escrita para él, ‘Born to fight’ (Nacido para luchar), en un restaurante en Kerpen, su ciudad natal. Además, ese día, sus seguidores brindarán a la salud del que fuera el rey de la máxima categoría del automovilismo.

El accidente de Schumacher ha sido el símbolo de un año oscuro para la Fórmula Uno en Alemania. Vettel tuvo una temporada gris y acabó quinto. Pero el destino ha querido que en 2015 corra con Ferrari. Cumple así no solo un sueño de niño: también asume el reto de triunfar en la escudería en la que el propio Schumacher hizo Historia.