Llegó por primera vez a la política municipal en este mandato, ¿cómo se ve desde dentro?

Es una administración anticuada, con mucha inercia, muy ineficiente, con Reinos de Taifas, muy poco permeable a influencias exteriores, reticente al cambio, con grandes enfrentamientos personales legendarios y una ausencia total de proyecto de ciudad y de liderazgo.

¿Cómo ha compaginado su trabajo en Madrid con la política?

Es difícil estar en política trabajando en lo que sea y dónde sea. Yo me di cuenta de que mi situación era especial cuando advertí que era el único que pedía justificantes de asistencia a comisiones o a plenos.

Sin embargo, Ciudadanos apostaba por políticos que tuvieran su trabajo. De hecho su grupo renunció a una dedicación exclusiva...

Si el Ayuntamiento funcionase de forma más eficiente no nos llevaría tanto tiempo. Por ejemplo, tener los expedientes digitalizados es fundamental o poder hacer reuniones o comisiones por Skype. Es incompresible que uno pueda tener una reunión con Bangkok y no se pueda tenerla desde Palencia con Burgos. También necesitamos directores generales que estén entre los políticos y los funcionarios.

Su grupo iba a ser decisivo en la conformación de una mayoría pero la expulsión de Silvia Álvarez de Eulate les restó fuerza, ¿se arrepiente de esa decisión?

Fue el partido el que puso en marcha sus mecanismos de organización interna y hubo el desenlace que todos conocemos. Fue desagradable, desestabilizador y, posiblemente, ha influido en el mandato. Con el paso del tiempo hemos visto que la dinámica del PP y del PSOE es poderosísima y al final me da la sensación que estos dos grupos se hubieran entendido igual. Analizan el pasado y el presente de la ciudad con el mismo criterio, comparten un mismo un modelo de gestión de la ciudad y poco podemos hacer.

¿De qué propuesta realizada se siente más orgulloso?

De la puesta en marcha de la Sociedad para la Promoción, que casi está funcionando como nosotros queríamos. Hemos logrado desmontar los chiringuitos que había.

 Y ¿qué idea suya le hubiera gustado sacar adelante?

El Plan de Movilidad. Me parece clave, es un proyecto a largo plazo, transversal, afecta a toda la ciudad, y por eso lo propusimos.

¿Cuál ha sido su relación con los miembros de Ciudadanos?

Buena. No los conocíamos de nada pero nos hemos llevado bien entre nosotros.

¿Y con los de otros partidos?

Hasta hace unos días tenía afinidad con Jorge Berzosa, pero hoy ya no sé qué pensar.

El PSOE les ha echado en cara que no hacen ninguna propuesta, ¿cómo se lo toman?

Es mentira. Me sorprende que siendo un partido con tanta experiencia, tanto a nivel local como nacional, con los recursos que tienen, no presenten proyectos de más fuste y no sean capaces de encajarlos en una visión de futuro de la ciudad. Ellos se ríen, pero con el paso del tiempo han ido asumiendo que muchas de nuestras ideas son buenas y nada sectarias, como el autobús turístico, la administración electrónica o la modernización de los Sampedros.

También les recriminan siempre la fallida moción de censura contra Lacalle, ¿qué pasó realmente?, ¿Valladolid o Madrid les obligó a dar marcha atrás?

Fue una decisión de ambos partidos, entiendo que estratégica. Llegamos a un acuerdo con el PP que en buena parte no se ha cumplido por culpa suya. Habíamos estado encantados de apoyar al PP a cumplir los puntos que habíamos pactado.

¿Habrá primarias en Cs para las próximas municipales?

Se cumplirán los estatutos del partido hasta la última coma. Si hay suficientes afiliados se llevarán a cabo.

¿Qué opina de que le sitúen como cabeza de lista en sustitución de Gloria Bañeres?

Son rumores. No se ha hablado ni siquiera entre nosotros sobre ello. Hemos comentado cómo vemos, desde el punto de vista personal y profesional, nuestra vida en política y el futuro, pero más desde una perspectiva profesional y personal que compartimos con la política que desde la situación de cómo influye esta en nuestras vidas.

¿Cuál sería un buen resultado de cara a las elecciones municipales?

Esperemos que se reproduzcan las encuestas nacionales que nos dan un triple empate con PP y PSOE. Es posible que saquemos 8 concejales cada uno y si podemos conseguir un puñado de votos más que ellos podemos gobernar Burgos. Sería la oportunidad de intentar hacer que la ciudad de un salto adelante y conseguir que la vida política dentro del Ayuntamiento se airee; perder menos tiempo en guerra de guerrillas y más en hablar entre nosotros.

EN CORTO

¿Dejaría el Cristo en el Salón de Plenos?

Sí, pero solo como obra de arte.

¿Se sabe el himno a Burgos?

Sí, pero necesito que me pongan la melodía.

¿Dónde pondría las barracas?

En las Veguillas.

¿Volaría desde Burgos a...?

La isla de Santa Elena.

¿Recuperaría el Electrosonic?

Sí, festivales así son necesarios.

¿Quién sería su pregonero de los Sampedros?

Inés Arrimadas.

¿Dónde se encuentran los almacenes municipales?

En Villalonquéjar.