Nuevas caras, antiguas piezas

Aythami Pérez / Villacienzo
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Ocho jóvenes han participado, desde noviembre, en el curso de acabado de carpintería y muebles que se clausuró ayer. Durante su transcurso han restaurado el retablo de Villacienzo y cuatro tallas de la iglesia de Medina de Pomar

Ocho jóvenes burgaleses concluirán en diez días su formación en acabado de carpintería y mueble pero ayer ya recibieron los diplomas que les acreditan sus competencias en la materia en el acto de clausura del curso. Ahora les falta recibir los últimos apuntes dentro de su formación teórica pero su labor práctica ya ha concluido y ha sido expuesta para la valoración del público. El retablo de la iglesia de San Miguel Arcángel de Villacienzo y las cuatro tallas del retablo de Nuestra Señora de Loreto, procedentes de Medina de Pomar, son las pruebas de cómo estos alumnos han puesto en práctica los conocimientos asimilados desde primeros de noviembre.

El Programa Mixto Juvenil Real San Agustín III inició su andadura el 2 de noviembre de 2015 y se ha prolongado durante seis meses con un total de 900 horas impartidas. La planificación de este programa ha sido mixta, en la que se han combinado las acciones que incluyen formación teórica en alternancia con trabajo efectivo. Para la parte práctica se ha optado por ejecutar obras o servicios de utilidad pública e interés social. En este caso, se ha optado por intervenir en la mazonería y en cuatro tallas del retablo de la iglesia de Villacienzo y por restaurar otras cuatro tallas del retablo de la iglesia de Nuestra Señora de Loreto, procedentes de Medina de Pomar.

Este programa juvenil de formación y empleo está promovido por la Diputación y cofinanciado por la Junta de Castilla y León y el Fondo Social Europeo. El coste del proyecto es de 60.902 euros y la Junta asigna una subvención del 85% de este presupuesto, quedando el otro 15% subvencionado por la Diputación.

El objetivo del curso ha sido cualificar profesionalmente a los alumnos en la especialidad de acabado de carpintería y mueble, al mismo tiempo que realizaban una obra o servicio, con la finalidad de facilitarles la adquisición de competencias profesionales, para que puedan acceder con mayor facilidad al mercado laboral y obtener un puesto de trabajo.

El número de participantes del curso ha sido de ocho alumnos, todos pertenecientes al Sistema Nacional de Garantía Juvenil.

Durante estos seis meses se han impartido tres módulos, en los que se ha estructurado la materia a asimilar. El primero de ellos ha consistido en la preparación de soportes y productos para la aplicación del acabado, el segundo ha girado en torno a la aplicación de productos superficiales con medios mecánicos-manuales de acabado en carpintería y mueble y el tercero ha consistido en tintados, acabados especiales y decorativos.

El resultado del trabajo

 

Los ocho alumnos del curso presentaron ayer las pruebas que demuestran su esfuerzo, ilusión y un trabajo bien hecho. Durante el transcurso de su formación han actuado sobre el retablo de la iglesia de San Miguel Arcángel de Villacienzo que estaba «en muy mal estado», como ha explicado la restauradora y docente del curso, Amaya Arresti, que ha añadido que el retablo se desmontó y se trabajó en él en las dependencias que la Diputación tiene en el Monasterio de San Agustín. La actuación en el retablo ha consistido en el sentado y limpieza de la policromía, la desinsectación del soporte de madera de pino, la consolidación de este soporte, la reintegración cromática, el entonado de bordes, el montaje del mismo y su protección final.

Además, se han restaurado otras cuatro tallas del retablo de Nuestra Señora de Loreto, procedentes de Medina de Pomar, «de muy buena calidad», como ha apuntado Arresti, que junto a María Jesús Hierro, han sido las docentes del curso. En estas cuatro tallas se ha sentado y limpiado la policromía, se ha desinsectado la madera, se ha consolidado el soporte, estucado las lagunas, se ha reintegrado el color y se han entonado los bordes. Durante la gala de clausura, celebrada en la iglesia de Villacienzo, los párrocos de ambas localidades han agradecido el trabajo y el resultado a los alumnos y profesoras.