La Policía amplía el radio para buscar el cuerpo de Cristina Murié

I.E. / Burgos
-

Desplaza 800 metros hacia el norte los trabajos de la excavadora que perfora el terreno para tratar de hallar el cadáver. Los investigadores acudieron al pueblo ayer, pero no hubo éxito

Uno de los investigadores de la Policía señala al conductor de la excavadora por dónde perforar la tierra. - Foto: Alberto Rodrigo

Los investigadores de la Policía Nacional no se dan por vencidos. Ayer a primera hora de la mañana acudían de nuevo a Gredilla de Sedano para buscar el cuerpo de Cristina Murié, desaparecida desde el mes de abril de 2002. Para la Comisaría resulta fundamental hallar su cadáver para corroborar su tesis de que su marido, José Luis A.V., es el presunto autor de su muerte.

Una de las dos mujeres que fueron detenidas junto a él el fin de semana del 23 y 24 de noviembre marcó el lugar donde fue supuestamente enterrado el cuerpo de la mujer. Se trata de la curva de un camino situado a un kilómetro de Gredilla de Sedano, localidad donde se habría cometido el crimen.  En concreto la búsqueda se centra en un paraje al que se accede por la misma senda que conduce al dolmen de las Arnillas.

Ayer por la mañana, los miembros de la Policía Judicial volvían al lugar y decidían ampliar el radio de búsqueda, unos 800 metros hacia el norte. Una excavadora estuvo perforando el terreno durante varias horas, pero no apareció  el cuerpo.Las labores no son sencillas, ya que la orografía es complicada y 11 años después la memoria puede fallar y mover el lugar exacto decenas de metros en una u otra dirección, más en el caso de una persona que ni siquiera es del pueblo. En principio, los investigadores descartan que el hombre haya podido mover el cuerpo en estos 11 años.

El pasado viernes, el juzgado que instruye la causa puso en libertad a José Luis A.V. y a las dos mujeres que entraron en prisión  el lunes 25 de noviembre. Minutos antes se había celebrado un careo entre los tres imputados. Una de ellas, la que confesó, se habría retractado de todo lo declarado ante la Policía Nacional y la propia juez en primera instancia. Fue su revelación la que llevó a la Comisaría a culminar una investigación que nunca abandonó del todo desde 2002, cuando a Murié se la dio por desaparecida en Gredilla de Sedano, localidad donde el matrimonio tenía una casa.

Tras ese careo, los abogados de los imputados solicitaron la puesta en libertad de sus defendidos y la jueza se lo concedió. No tuvieron que pagar fianza ni deberán presentarse ante el juzgado cada uno y quince de cada mes.

El caso no se cierra -de hecho continúa el secreto de sumario-, ya que la Policía Nacional y el propio juzgado continuarán instruyendo diligencias en los próximos días.

El Cuerpo Nacional de Policía considera que el presunto asesinato se cometió en Gredilla de Sedano o en sus alrededores y que el cadáver se encuentra allí. Cristina Murié, antes de desaparecer, había denunciado a su marido por violencia de género y tenía una orden de protección. Abandonó la casa familiar y pasó por un centro de emergencia para mujeres maltratadas y luego por una pensión. En aquella casa de acogida fue donde, al parecer, se alojaban también las dos mujeres que fueron detenidas junto a su marido.