Los cacos visitan las iglesias y 3 casas de Humienta y Revillarruz

P.C.P. / Burgos
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Una víctima vio a alguien salir por la ventana de casa y lo persiguió, a las 5 de la mañana

Los daños en la puerta del templo de Revillarruz aún son visibles. - Foto: Alberto Rodrigo

Las últimas puertas sagradas a las que han llamado los ladrones son las de Revillarruz y Humienta, aunque nada se ha echado en falta de las iglesias. Los ladrones actuaron en la madrugada del viernes al sábado y aprovecharon para visitar también las casas de tres vecinos. En una de ellas fueron sorprendidos por uno de los ocupantes, que se despertó y vio cómo salía por la ventana un individuo, al que persiguió sin poder dar alcance.

Los delincuentes se pusieron al descubierto sobre las 5 de la mañana. Antes, había visitado ya el templo de Humienta -cuya cerradura dañaron sin llegar a acceder- y una vivienda particular, de la que   sí han volado varios enseres. De esta pedanía parece que fueron a Revillarruz, donde practicaron un agujero para acceder a la iglesia, donde al parecer no falta nada, y a dos domicilios. Del segundo salieron precipitadamente, al ser descubiertos por uno de sus ocupantes, que dormía en su interior.

Con estas son ya al menos una docena las iglesias de pequeños pueblos de la provincia -primero en la zona de Lerma, después en la Bureba y ahora en el alfoz- violentadas desde marzo por delincuentes  poco interesados en otra cosa que no sea el vil metal. Castrillo Solarana, Tordueles Cilleruelo, Ciruelos de Cervera, Santa Cecilia, Royuela de Río Franco, Zael, Santa Inés, Villamayor, Torrecilla del Monte, Lences y Llano de Bureba han sufrido en los últimos meses asaltos similares, en algunos casos extendidos también a la sede de losayuntamientos y al bar ubicado en el local municipal.

La Diócesis anunció su intención de dirigirse a los párrocos de las localidades más pequeñas con el fin de que insten a sus feligreses a contribuir económicamente para contratar la instalación de este tipo de sistemas. Según Juan Álvarez Quevedo, podrán organizarse colectas o cepillos especiales para este fin, aunque no descarta cualquier otro tipo de iniciativa.