En un año desaparecerán casi todos los edificios de Rottneros

G.A.T. / Miranda
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La empresa Erri Berri comienza el grueso de las demoliciones empleando maquinaria de grandes dimensiones para convertir en escombros 41 naves e instalaciones fabriles

Una de las grandes máquinas que se están empleando en la demolición de los edificios de la planta. - Foto: Truchuelo

La maquinaria pesada trabaja ya a todo tren en el complejo de Rottneros para demoler buena parte de los edificios de la antigua planta papelera. Enormes máquinas pesadas recorren el interior de la que fue la mayor factoría mirandesa y que todavía tardará un año en desaparecer casi al completo del perfil de la ciudad, aunque en él seguirá vigente la alta chimenea que con los logotipos de Fefasa, ENCE, Scott, Kimberly Clark o Rottneros ha marcado la historia industrial de Miranda.

La firma especialista en demoliciones Erri Berri lleva ya unos días de plena operación en los cerca de 2 millones de metros cuadrados que ocupa Rottneros, y ayer un equipo de DB pudo comprobar cómo es el inicio de esta compleja operación de desmantelamiento que ha tardado más de un año en obtener las licencias necesarias debido a la necesidad de una rigurosa gestión de las miles de toneladas de residuos que se van a generar.

Desde el exterior del complejo solo la continua entrada y salida de camiones cargados con toneladas de trozos de metal dan testimonio de la envergadura de los trabajos. Dentro, son las gigantescas máquinas con brazos articulados las que demuestran la dureza de los trabajos y lo imponente de los edificios que deben hacerse añicos.

La operación, si bien hace meses comenzó de forma tímida con la extracción del cableado y el vaciado parcial de los edificios, ha entrado en la fase de demoliciones masivas por el corazón de la planta, y ya se han tirado varias de las estructuras centrales que rodean a la chimenea principal.

Cerca, en la zona de los hornos y las calderas, también se entró ayer a trabajar. Con la máquina de mayor tamaño se comienza el derribo de los hornos en la parte superior. «Después, con estas más pequeñas que tienen unas pinzas especiales se cortan en trozos más pequeños las partes metálicas para poder transportarlas», explica uno de los operarios. Igualmente se sigue todo el protocolo de reciclaje, y así se separan los diferentes elementos de las estructuras, que van a gestores específicos.

14 personas

De momento hay casi  una quincena de personas trabajando en el desmantelamiento, además del personal de seguridad que vigila el complejo las 24 horas. En breve se iniciará la parte correspondiente a la demolición de los edificios fabriles, los más característicos de ladrillo cara vista, y que corresponden en buena parte a las primeras construcciones del complejo, del año 1952.

Aunque la empresa está especializada en derribos de todo tipo y en ocasiones debe emplear voladuras, en este caso todo se hará con maquinaria, al tener abundante espacio y ser lo más recomendado. «Tenemos una máquina que alcanza los 42 metros en recto, que trabajando serán unos 38 metros», explica el operario, altura suficiente para abordar los derribos de todas las naves existentes. Además, para evitar exceso de polvo, un sistema incorporado a la máquina expulsa agua que apelmaza las partículas evitando que se dispersen.

Los trabajos permitirán ‘limpiar’ buena parte del complejo, y de hecho serán un total de 24 los edificios y 17 las estructuras fabriles que desaparecerán, quedando los que quiere conservar Gestamp para su planta de biomasa así como otros, caso de la nave SilviPak, para la que los administradores concursales siguen buscando comprador.

Gracias a los trabajos que hace Erri Berri, y en función al contrato firmado hace más de un año, se ingresarán unos 3,5 millones de euros que irán a pagar parte de la deuda que tiene Rottneros, la principal, con los que fueron sus trabajadores.