Bale mantiene vivo al Madrid

AGENCIAS
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Un tanto del galés en Anoeta permite a los blancos seguir soñando con el título liguero

El Real Madrid se impuso ayer (0-1) en Anoeta a la Real Sociedad gracias a un tanto de cabeza de Gareth Bale, que ejerció de líder ante las ausencias de Cristiano Ronaldo y Karim Benzema y permite a los blancos seguir metiendo presión a sus rivales, Atlético y Barcelona, en la lucha por la Liga.

En un encuentro marcado por las bajas del francés y el portugués en los blancos, Zinédine Zidane sorprendió a todos al apostar la titularidad de Borja Mayoral, acompañado por otros poco habituales en el once, como Nacho y James Rodríguez.

En los guipuzcoanos, Eusebio, volvió a confiar en Mikel Oyarzabal en punta de ataque. Sin una referencia clara, el objetivo residía en crear dificultades con su movilidad en tres cuartos de campo, como sucedió en la victoria de los vascos frente al Barcelona hace pocas jornadas, precisamente con un tanto de la joven ‘perla’.

La climatología y la falta de aspiraciones de los locales provocaron una grada pobre. Sin el apoyo de su afición, los ‘txuri-urdines’ tardaron en entrar en el encuentro, sufriendo el dominio blanco en los primeros minutos.

Los capitalinos sufrían para encontrar huecos entre las líneas del cuadro vasco, recurriendo al poderío en el juego aéreo de un Bale que peinaba cada balón. Los de Concha Espina acusaban cierta falta de claridad en los metros finales, creando pocas ocasiones de verdadero peligro.

Con el paso de los minutos, el bloque blanquiazul fue creciendo y encontrándose más cómodo sobre el césped, aunque sin llegar a gozar de ocasiones de verdadero peligro. La más clara de la primera mitad fue, sorprendentemente, para Nacho, que se plantó ante Rulli y no acertó en el mano a mano, al borde del descanso.

En el primer tramo de la contienda, se vio un conjunto visitante un tanto espeso, con dificultades para construir juego, y a una escuadra local un tanto timorata, tomando demasiadas precauciones en la zona defensiva, lo que lastraba su poderío ofensivo.

En la segunda mitad, Rulli sostuvo a los suyos en las pocas llegadas claras de los de ‘Zizou’, salvando, a bocajarro, el gol de Bale a la hora de juego y, más tarde, con otra buena mano en un centro desviado por la defensa.

 La Liga estaba en juego y el Madrid no encontraba la fluidez ni el fútbol con el que acostumbra a jugar en el Santiago Bernabéu. El empate no valía a un conjunto ‘merengue’ que seguía atacando y cada vez se partía más, convirtiéndose el encuentro en un ida y vuelta constante, lleno de imprecisiones. A falta de menos de un cuarto de hora, Lucas Vázquez superó a Yuri y centró para que Bale abriera el marcador, cabeceando por encima de los centrales vascos y rompiendo el cerrojo del meta local.

De nuevo el galés, como ya hizo hace una semana en Vallecas, fue capaz de desequilibrar el duelo y mantener a los blancos en la pelea por el título liguero. El británico volvió a tirar del equipo, demostró por qué está considerado uno de los mejores jugadores del mundo y justificó, una vez más, su millonario fichaje.

Con los deberes hechos en el campeonato doméstico, los de Concha Espina ya piensan en el enfrentamiento de vuelta de semifinales de la Liga de Campeones del próximo miércoles ante el Manchester City, donde todavía no saben si podrán contar con dos de sus principales estrellas, Cristiano Ronaldo y Karim Benzema, los dos aquejados de problemas musculares.

Los blancos, que empataron sin goles en el Etihad Stadium, necesitan al menos un gol para estar en la final de Milán y no contar con dos de su grandes anotadores sería un hándicap muy importante. En el caso de que el luso y el galo no llegasen a tiempo, Borja Mayoral, Jesé Rodríguez o Lucas Vázquez optarían a ocupar una de las plazas. El otro puesto sería para James o Isco.

El City se reserva. Por otro lado, Manuel Pellegrini no arriesgará hoy en su duelo de Premier League ante el Southampton y dejará en el banquillo a la mayoría de sus estrellas.

El chileno, que no podrá contar con David Silva, lesionado, no quiere acumular más bajas, consciente de que en la competición doméstica no se juega nada y que la Liga de Campeones es la tabla de salvación de la temporada.