El espíritu del 15-M se esfuma

AGENCIAS
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La manifestación organizada en Sol por el 'movimiento indignado' logra escasa participación, pese a que la convocatoria coincidía con el arranque de la jornada de reflexión preelectoral

El objetivo era volver a protagonizar los titulares de la prensa apelando al espíritu que surgió aquel 15 de mayo de 2014, pero, cumplido el cuarto aniversario del llamado movimiento indignado, parece que su espíritu se ha esfumado de la conciencia de las miles de almas que entonces pasaron o acamparon en la Plaza del Sol de Madrid.

Justo la medianoche que marcaba el inicio de la jornada de reflexión previa a las elecciones municipales y autonómicas que se celebran hoy en prácticamente todo el país, el 15-M no logró su objetivo de movilizar a los manifestantes que, en convocatorias anteriores, llenaron su santuario, y a los que habían vuelto a citar. Así, en un entorno blindado por la Policía Nacional, tan solo un centenar de personas se acercó a este mítico enclave para hacer un grito mudo, respondiendo a la convocatoria del movimiento Mayo Global 2015M, que había lanzado por las redes sociales coincidiendo con la jornada de reflexión.

«Aprovecharemos este espacio y el silencio sano de los aparatos de televisión para reunirnos, hacer un grito mudo y recibir, celebrándolo, el comienzo de la jornada de la reflexión», apostillaba en la red el colectivo No Somos Delito, que encabezaba las protestas contra la ley mordaza.

El hecho es que la concentración era un acto de desobediencia civil, ya que la Delegación del Gobierno de Madrid y la Junta Electoral decidieron prohibir esta concentración porque, en su finalidad, estaba la «promoción y difusión de distintas consignas políticas» en la jornada de reflexión. Una acción que, según la resolución del organismo, vulnera el artículo 21.2 de la Constitución.

Pese a ello, los asistentes empezaron a llegar pasadas las 23,00 horas. En Sol ya estaban apostados una docena de furgones de Unidades de Intervención Policial y una treintena de agentes de la Policía Nacional que identificaron a algunos de los asistentes.

Uno de ellos protagonizó unos momentos de tensión al negarse a entregar su DNI a los agentes de la Policía, que le explicaron que sería la Delegación del Gobierno quien determinaría la sanción.

Manos en alto.

Pese al desafío que supuso la prohibición de la Junta Electoral Central al mantener una manifestación que tampoco tenía el apoyo explícito de partidos como Ahora Madrid o el PSOE, que no consideraban acertado concentrarse 24 horas antes de los comicios autonómicos y locales, y tras sonar las campanadas de medianoche, los manifestantes agitaron las manos en alto con ese grito mudo creado en las concentraciones de días posteriores al 15 de marzo de 2011. «Lo llaman democracia y no lo es» y «la izquierda unida jamás será vencida», y «basta ya de Estado policial» fueron algunos de los escasos cánticos que se produjeron.

La protesta en la céntrica plaza madrileña coincidió prácticamente con los actos de cierre de campaña de las principales formaciones políticas, muchas de los cuales se celebran en los alrededores de Sol, como es el caso de UPyD, con un debate ciudadano en Ópera, o Podemos, con un mitin en la explanada Puente del Rey.