Orgullosos y agradecidos

I.L.H. / Burgos
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Los 5 galardonados en la segunda edición de los Premios Ciudad de Burgos reivindican la necesidad de avanzar y crecer mientras reconocen la satisfacción de pertenecer a esta tierra. Unas 200 personas arropan la gala en el Fórum

Los galardonados posaron para la foto que ya forma parte de la historia de estos premios - Foto: Jesús J. Matías

Las cien sillas previstas n la tercera planta del Fórum resultaron escasas antes de comenzar el acto. La gala se presumía sencilla, familiar y recogida. Pero no tanto. Enseguida hubo que añadir otros cincuenta asientos dejando de pie, aún así, a casi medio centenar. El espacio era pequeño para reunir a los amigos y familiares de los galardonados que quisieron compartir una ceremonia en la que, aunque había cinco premios, se reconocían los méritos de colectivos que representaban a muchos más. La segunda edición de los Premios Ciudad de Burgos que otorga el Ayuntamiento y el Plan Estratégico distinguieron la labor de cinco «grandes», y a su radio de acción.

La primera en la frente. La intervención de Elisa Sanz, Premio a la Creatividad, fue la más aplaudida junto a la de Rafael Frühbeck de Burgos aunque por motivos diferentes. La figurinista y escenógrafa reconocida con cinco premios MAX puso el dedo en la llaga al recordar que con 19 años se marchó a Madrid porque no había trabajo ni opciones para su creatividad en Burgos. Veinte años después las circunstancias son otras y ha podido «traer a mi ciudad lo aprendido fuera, vivir en un lugar amable y crear una familia».

Sin embargo, y ya que tenía al alcalde delante, no perdió la oportunidad de reivindicar una sonrisa para todos -no solo para los visitantes- y pedir que se escuche y se facilite el trabajo a los artistas. «Hay proyectos, instalaciones infravaloradas y buenos profesionales» que deben aprovecharse para que los jóvenes «no quieran marcharse cuando tengan 19 años».

La ceremonia se celebró en la tercera planta del Fórum y fue retransmitida por La8 de RTVCyL.La ceremonia se celebró en la tercera planta del Fórum y fue retransmitida por La8 de RTVCyL. - Foto: Jesús J. Matías Inocencio Martín, presidente de Atalaya, recogió el Premio a la Convivencia junto a un voluntario, Fernando de Santiago, y Maurice, un camerunés que se ha beneficiado del trabajo de la agrupación(que su pareja sea de Burgos no es un servicio que ellos presten, atajó Martín entre bromas). Atalaya Intercultural agradeció el premio «por el estímulo» que supone para quienes trabajan con uno de los colectivos más vulnerables: los inmigrantes.

El Premio Desarrollo Sostenible fue para 6 colectivos de personas con discapacidad:Síndrome de Down, Autismo, ONCE, Fedesfibur, Aspanias y Aransbur. El mismo grupo que fue distinguido con el Premio Reina Sofía reconoce el trabajo en equipo, pero también la necesidad de seguir avanzado.

Al Grupo Santaolalla se le reconoció por automatizar las plantas de tratamiento de vidrio con un sistema pionero en Europa que ha supuesto una inversión de casi 5 millones de euros.

Por último, la intervención del maestro Rafael Frühbeck de Burgos, Embajador del Año, fue de las más emotivas. El director contó que el apellido artístico ‘De Burgos’ se lo puso cuando hace 50 años a la Orquesta Nacional de España le preocupa salir del país con un director cuyo nombre no parecía ‘de casa’. Frühbeck se lo puso tras pedir permiso a sus padres, dos enamorados de una ciudad que les acogió «sin distingo» cuando llegaron heridos tras la Primera Guerra Mundial.