Los propietarios de Fresdelval piden licencia para rehabilitar el palacio

C.M. / Burgos
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La Comisión de Licencias y Vías Públicas del Ayuntamiento estudia mañana el proyecto de restauración de este inmueble del siglo XVI

Estado en el que se encuentra el palacio. Detrás de él se sitúa el monasterio. - Foto: DB/Alberto Rodrigo

La rehabilitación del palacio de Carlos V anexo al monasterio de Fresdelval dará mañana un paso adelante si la Comisión de Licencias y Vías Públicas aprueba el proyecto presentado por la familia Sanz-Rubert, propietaria de este histórico inmueble del siglo XVI.

Una vez otorgada la licencia podrán iniciarse las obras que pretenden rehabilitar no solo la parte noble del conjunto, sino también unas antiguas caballerizas y otro pabellón situado en el extremo oriental de la parcela. El objetivo es ampliar las posibilidades de usos propuestos, de modo que no se queden en un pequeño museo y fundación cultural, como inicialmente estaba previsto, sino que se añadiría un uso hostelero en el que tendrían cabida la celebración de eventos privados (bodas, pequeños congresos...).

El proyecto ha sido elaborado por el estudio de arquitectura AU y permite crear nuevos espacios y recupera el esplendor en zonas como la viejas cuadras, que están prácticamente en ruinas. Es mucho más ambicioso que el inicialmente proyectado y también lo será su coste, unos 500.000 euros frente a los 100.000 iniciales.

Una vez que se consiga la licencia para iniciar los trabajos, se estima que tendrán una duración de un año, de modo que las obras se prolongarán a lo largo de todo 2013. Los propietarios quieren que la rehabilitación devuelva el esplendor a este espacio, cuya decadencia y abandono hacía temer por su conservación. Quieren recrear el enlosado original y destacar los artesonados que han descubierto al limpiar los techos y los entramados de madera que sujetan los muros, que también han salido a la luz durante las catas realizadas para comprobar el estado del edificio.

Lo que no está claro todavía es el futuro del monasterio porque su propiedad está compartida con otra familia catalana, una constructora local y Cajacírculo.

Fresdelval es un Bien de Interés Cultural (BIC), de modo que cualquier actuación tiene que contar con la aprobación de la Comisión Territorial de Patrimonio.