Una vida a su manera

AGENCIAS
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Doña Cayetana vivió exiliada en Londres durante la Guerra Civil. Siempre fue considerada un espíritu libre y se casó tres veces, la última con Alfonso Díez, en 2011 y con 85 años

Una vida a su manera

Rebelde, libre y valiente. Son algunos de los adjetivos que han calificado la excepcional vida de la duquesa de Alba.

María del Rosario Cayetana Alfonsa Victoria Eugenia Francisca Fitz-James Stuart y de Silva nació en el Palacio de Liria, en Madrid, el 28 de marzo de 1926 y, al estallar la Guerra Civil, se exilió en Londres junto a su familia. Sin embargo, no pudo evitar la sombra de la contienda y, tres años después, vivió el estallido de la II Guerra Mundial y sus posteriores efectos sobre Gran Bretaña.

De vuelta a España, y siguiendo el consejo de su padre, se casó en primeras nupcias con el aristócrata Pedro Luis Martínez de Irujo y Artazcoz, hijo de los duques de Sotomayor. El enlace, que tuvo gran repercusión social, se celebró en Sevilla el 12 de octubre de 1947.

Tras la muerte de su padre Jacobo Fitz-James, en 1953, Cayetana heredó el Ducado. De su matrimonio con su primer marido, nacieron sus seis hijos: Carlos, duque de Huéscar; Alfonso, duque de Aliaga; Jacobo, conde de Siruela; Fernando, marqués de San Vicente del Barco; Cayetano, conde de Salvatierra; y Eugenia, duquesa de Montoro.

El duque de Sotomayor murió en 1972. La viuda volvió a contraer matrimonio seis años después con el exsacerdote Jesús Aguirre y Ortiz de Zárate, quien se convirtió en decimoctavo duque de Alba y cuya condición de antiguo sacerdote jesuita levantó una gran polémica entre la aristocracia española.

Aguirre falleció en Madrid el 12 de febrero de 2001. Diez años más tarde, la duquesa contraía matrimonio, por tercera vez, con el funcionario Alfonso Díez Carabantes, nacido en Palencia en 1950 y uno de los 12 hijos del militar José Díez.

La celebración del enlace matrimonial tuvo lugar en la capilla del Palacio de las Dueñas en Sevilla, siendo los padrinos su hijo Carlos, duque de Huéscar, y Carmen Tello, amiga de Cayetana y mujer del torero Curro Romero.

Ya el pasado marzo, un resfriado tuvo en cama a la duquesa durante un par de meses. Fue a finales de mayo, cuando la aristócrata reapareció de nuevo en la vida social sevillana.

Árbol genealógico.

El casi medio centenar de títulos nobiliarios que ostentaba la duquesa de Alba vienen de una larga lista de nobles europeos que nació en el siglo XVII, después de que el Rey Jacobo II de Inglaterra tuviera un hijo ilegítimo y le concediera el Ducado de Berwick.

De este modo, el primer duque de Berwick fue el origen de un árbol genealógico que culmina en los descendientes de la que hasta ayer era la última duquesa de Alba.

Pero no fue hasta Carlos Fitz-James Stuart, VII Duque de Berwick, cuando la familia heredó por primera vez el Ducado de Alba de Tormes a principios del siglo XIX. Todo sucedió porque la XIIduquesa de Alba falleció sin descendencia y él, como sobrino bisnieto del predecesor de la aristócrata, se hizo cargo de este título como XIV duque de Alba de Tormes. A partir de entonces, la Casa de Alba iría unida al Ducado de Berwick, siendo ambos títulos heredados por Jacobo Fitz-James Stuart y Ventimiglia, hijo de Carlos Fitz-James Stuart y Rosalía de Ventimiglia.

El VIII duque de Berwick y XV de Alba se casó con Francisca de Sales Portocarrero y Kirkpatrick, la IX Condesa de Montijo. Como resultado de esta unión nació Carlos María Fitz James Stuart y Portocarrero, abuelo de la recién fallecida duquesa de Alba.

Éste se casó a finales del siglo XIX con María Rosario Falcó Osorio, la XXI condesa de Siruela, y de ambos nació Jacobo Fitz James Stuart y Falcó, el padre de Cayetana de Alba.

Convertido el X duque de Berwick y XVII de Alba, contrajo matrimonio con María del Rosario de Silva y Gurtubay. De la unión de estos nació Cayetana Fitz-James.