El proyecto de construcción de la nueva fábrica de Morcillas Tere en Quintanilla Vivar, en el que la familia trabaja desde hace varias años, corre el riesgo de no llevarse a cabo. Al largo proceso administrativo que supone iniciar un proyecto de esa envergadura se suma ahora el recurso de alzada que ha presentado la concejal del PCAS-TC, Rosario Íñiguez, ante  la Dirección General de Vivienda, Arquitectura y Urbanismo de la Consejería de Fomento de la Junta, contra la resolución del pasado mes de febrero del Servicio Territorial de Medio Ambiente de Burgos que dio luz verde al cambio de uso excepcional en suelo rústico (a suelo dotacional público) propuesto, trámite perceptivo para poder construir en dicha parcela. El edificio proyectado es de planta rectangular de 47,24 x 28,75 metros con un avance en su fachada principal de 8,37 x 7,27 y una primera planta de 190,63 metros cuadrados construidos, lo que hace un total de 1.432,23 metros cuadrados sobre una parcela de 22.475 metros cuadrados.
     El recurso de alzada, tal y como desde la propia Consejería de Fomento se hizo saber a la recurrente y al Ayuntamiento, deja sin efecto la resolución del Servicio de Urbanismo de Burgos del cambio de uso hasta que se resuelva éste. Desde el Ayuntamiento de Quintanilla Vivar lamentan que se haya presentado el recurso, y se está a la espera de la resolución el mismo para volver a tramitar  el expediente. La alcaldesa de la localidad, María Aránzazu Blanco mostró su pesar porque el recurso supone un freno los proyectos de desarrollo de la empresa que, además, supondrá la creación de puestos de trabajo, y asegura que el Ayuntamiento hará todo lo posible para que se construya la fábrica de Morcillas Tere en el pueblo, siempre, cumpliendo con la legalidad en todos los trámites, como entiende que se ha hecho hasta ahora.

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