Tres años en la batalla política

Agencias
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El PP cumple con el 75 por ciento de su legislatura con la economía como bandera después de heredar un país sumido en la crisis y con unas tasas de paro que hoy empiezan a repuntar

Mariano Rajoy - Foto: EUROPA PRESS

Tres años se cumplieron ayer desde que los españoles dieron su voto de confianza en las urnas al Partido Popular, que regresó al Gobierno del país con una mayoría absoluta con un objetivo esencial: recuperar la economía de una nación sumida en una crisis y al borde del rescate. Ahora, con el 75 por ciento de la legislatura y los datos macroeconómicos al alza, las prioridades han cambiado y es la quimera secesionista la que centra los desvelos del presidente Mariano Rajoy y su Gabinete.

Precisamente ayer, durante un viaje a Galicia, el líder del Ejecutivo se quiso referir al debate soberanista de Cataluña, sobre el que aseguró que el «camino» debe ser «la búsqueda del entendimiento y el pacto social». En este sentido, agregó que es la vía «constructiva y razonable». Rajoy consideró que el debate «debe concluir en el estricto terreno de la realidad, sin engaños ni mitificaciones» y reivindicó la concepción de España como «nación» en un proyecto que «en absoluto» consideró «agotado». Así se pronunció durante su intervención en la entrega del premio Fernández-Latorre al catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), Xosé Luís Barreiro, acto al que asistió el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.

De esta manera, apeló al concepto de España como «una nación plural» y «forjada en éxitos y fracasos» y reivindicó la historia como «el vehículo» para favorecer «la concordia y no el enfrentamiento», apostilló.

«Somos herederos de cinco siglos de vida en común y de un proyecto en absoluto acabado», especificó. En la misma línea, abogó por la Carta Magna de 1978, «la Constitución que ha proporcionado las mayores cuotas de bienestar que nunca pudimos imaginar los españoles», remarcó.

No podía ser de otra manera y en su discurso también hizo alusión a la situación de la economía nacional. Al respecto, insistió en que el país «comienza a recoger los frutos de una siembra bien hecha», sentenció, frente al «pesimismo», el «enfado permanente» o el «fatalismo infundado».

Dado que éste área ha sido una de las prioridades, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, recalcó ayer que los populares están cumpliendo el mandato de salir de la crisis y crear empleo que recibieron en 2011 y que, a su entender, han hecho lo que tenían que hacer.

«Ahora, tres años después, podemos decir con toda propiedad y capacidad que estamos saliendo de la crisis económica, que estamos empezando a crear empleo, no el Gobierno del PP, lo está haciendo la sociedad española. Por tanto, en términos de mandato político hemos hecho lo que teníamos que hacer», enfatizó.

Montoro señaló, asimismo, que en noviembre de 2011 el PP recibió el «mandato» de que España superara la crisis económica y detuviera la destrucción de puestos de trabajo. De hecho, indicó que ese mismo encargo ya se produjo en las autonómicas y municipales de mayo de ese mismo año, donde hubo un «gran avance de confianza en el PP».

El titular de Hacienda consideró que, después de estos años, y a falta de uno para volver a elegir presidente en las elecciones generale, España está dando cumplimiento a ese mandato. Según agregó, las reformas estructurales y políticas presupuestarias del PP están permitiendo al país salir de la crisis incluso en una posición «más avanzada» que otros países socios de la UE.

En la misma línea, el portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Alfonso Alonso, señaló que en 2011 España era la «gran preocupación» de Europa, ya que estaba «al borde del rescate» y «destruía cientos de miles de puestos de trabajo cada año». Por eso, resaltó que los ciudadanos dieron al PP un «mandato muy claro» de «sacar España adelante». El popular se mostró consciente de que los problemas económicos derivados de la crisis, como son el desempleo y las consecuencias de los recortes que se han llevado a cabo en distintas materias, han desembocado en una crisis social, problema que tildó de «muy preocupante» y «muy grave», si bien se mostró esperanzado y confió en que va a ir mejorando en los próximos meses», ya que se irán viendo «tasas sostenibles de crecimiento» y cómo la gente que está en paro «encuentra un trabajo».

Opiniones discordantes. Y como en toda moneda, esta cara del Gobierno tiene una cruz, que es la que defiende la oposición. Ayer, uno de los más críticos con los tres años de gobierno del líder del Ejecutivo fue el socialista presidente de la Comisión de Presupuestos del Congreso, Alfonso Guerra, quien consideró «es evidente que el presidente del Gobierno es un hombre aguado que ha bebido demasiada horchata» y le reclamó que imprima «un poco de ánimo» a su gestión, además de reprocharle que acepte «encantado» los «recortes» que le reclaman desde la Unión Europea.

Para denunciar la inacción del Gabinete en este período, el PSOE lanzó ayer un vídeo, titulado #3añosPPerdidos, con el que pretende reprochar a Rajoy «las mentiras, incumplimientos y recortes sociales que han caracterizado hasta ahora su mandato».

La producción es una sucesión de declaraciones del jefe del Ejecutivo, entre ellas sus palabras sobre los impuestos, sobre el copago farmacéutico o sobre el «vuelco» de la economía española y sus «raíces vigorosas» y las contrapone a titulares de prensa sobre el paro, la desigualdad o la pobreza infantil.

La portavoz parlamentaria de UPyD, Rosa Díez, aseguró, por su parte, que al jefe del Ejecutivo le falta «ambición de país» y le reprochó que en estos tres años de Gobierno no haya afrontado la crisis política y de «desconfianza» que sufre España.

«El principal error del Gobierno ha sido no acometer ninguno de los grandes problemas que tiene el país desde el punto de vista de la crisis política e institucional», declaró Díez e insistió en que se han dedicado a «cumplir medio bien» las instrucciones de Bruselas pero solo en lo relativo al déficit, «olvidando» otras reformas.