El Juzgado de lo Penal de Burgos número 2 ha condenado a un vecino de la ciudad a tres años de cárcel por maltratar a su esposa y por  pegar a sus hijos cuando, por ejemplo, se hacían pis en la cama, si se peleaban entre ellos o no comían. La sentencia le considera autor de un delito de maltrato en el ámbito de la violencia de género, de otro en el ámbito de la violencia doméstica y de un tercero de maltrato habitual. Asimismo, tiene prohibido portar armas durante un periodo de 9 años. Y en seis años y siete meses no puede acercarse ni a sus vástagos ni a su ex.

Durante el matrimonio, describe el fallo judicial, y en especial desde el nacimiento de dos mellizos, el acusado ha mantenido una conducta violenta referida a todos los miembros de la unidad familiar. Manifestaba su agresividad verbal y física con gritos e insultos hacia sus hijos y hacia su mujer, a quien ha propinado empujones y agarrones e incluso golpeado en la cara en alguna ocasión.

El ahora condenado ha ejercido un control extremo, con imposición de normas y un elevado nivel de exigencia, a sus hijos, dada la corta edad de los mismos. Las horas de las comidas y de hacer los deberes, continúa la resolución, «se convertían en momentos de gran agresividad que alteraban la paz del hogar». Perseguía a su mujer por toda la casa, insultándola y zarandeándola, al tiempo que le recriminaba su forma de educar a los menores. Asimismo, también agarraba a los niños y les zarandeaba «de forma indiscriminada».

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