Adisseo pugna por atraer a Burgos una nueva ampliación de al menos 100 millones

Á.M. / Burgos
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La dirección de la empresa trabaja en adjudicarse la inversión, por la que también pelean Oriente Medio, Asia y Sudamérica. La decisión, que no puede dilatarse mucho tiempo, implicaría aumentar la plantilla un 20% y la producción un 35%, y arraigar la mayor química de la región. Para lograrlo será crucial la implicación de las administraciones

 

 
La búsqueda de nuevos actores en la trama industrial de Burgos ha sido poco menos que una obsesión insatisfecha en los últimos años. Insatisfecha porque en un contexto de recesión económica la inversión se ha puesto a refugio, y obsesión porque la ciudad tiene en su industria una fuente de riqueza laboral que constituye el cimiento de toda la economía provincial, un engranaje que conviene muscular. Por contra, quienes ya son, están y generan se han manifestado como el verdadero capital a mimar. 
Un ejemplo paradigmático de esa realidad es Adisseo España. Sólo en periodo 2010-2015, la multinacional francesa de capital chino ha invertido 60 millones de euros en varios proyectos que han permitido aumentar un 40% su capacidad productiva. Hace apenas un mes se confirmaba la inversión de 22 millones en una nueva unidad de producción de un derivado sólido de la metionina (un aminoácido líquido empleado en nutrición animal) resultante de sus proyectos de investigación y desarrollo. Estará operativa a finales de 2017 y creará 20 puestos de trabajo. Bien, es una buena noticia, pero la verdadera expansión es la que se ‘pelea’ entre bambalinas para lograr atraerla a Burgos, y no es cualquier expansión. Sería la mayor de la historia de la planta y, por cuantía estimada de coste inicial, 100 millones de euros, la mayor ejecutada en la historia de la industria local en una sola fase. 
Sólo para materializarla se generarían más de 300 puestos de trabajo que repercutirían directamente sobre el mercado laboral local, ya que Adisseo tiene la loable costumbre de trabajar con empresas del territorio. Posteriormente, y ya para mantener a pleno rendimiento toda la factoría, sería necesario ampliar un 20% una plantilla que cuenta con 120 trabajadores fijos (que serán 140 a corto plazo) que tienen unas condiciones retributivas y laborales que cotizan entre las mejores de la provincia. Resumido: empleo y, además, de calidad.
Hace meses que el equipo directivo de Adisseo España trabaja en los estudios para lograr atraer a Burgos este enorme proyecto consagrado al desarrollo mundial de la metionina líquida, pero tiene competidores. En localizaciones de Asia, Oriente Medio y América del Sur también trabajan para adjudicarse la inversión, que en el caso de Burgos supondría crecer en capacidad de producción en un 35% y, sobre todo, situaría a la factoría burgalesa en una situación inmejorable para continuar atrayendo inversiones del grupo Bluestar (su propietario) garantizando al mismo tiempo la consolidación en Villalonquéjar de una firma de referencia mundial.
 
viento a favor. La competencia, por tanto, será feroz, pero hay argumentos que hacen de Burgos una sólida aspirante a inclinar una decisión que no está tomada, pero que con el horizonte temporal de estar a pleno rendimiento en 2018 no puede dilatarse mucho más. La planta de Burgos es una de las más competitivas y seguras del mundo. Produce 150.000 toneladas anuales de metionina, cuya demanda mundial crece a un ritmo constante superior al 6% anual, y es la única factoría de Europa capaz de crear el aminoácido en cuestión.
Su posicionamiento logístico también es bueno. No es óptimo, pero es bueno, ya que su producción equivale al 15% del mercado mundial y el 95% se exporta a más de 50 países, por lo que ya tiene trazadas las líneas tanto de distribución internacional como de importación de la materia prima. Es más, el Grupo Adisseo decidió en 2012 cerrar una planta que tenía en Estados Unidos ( concretamente en Institute, en West Virginia) y transferir toda su producción a Burgos, donde ha seguido creciendo bajo los parámetros de desarrollo rentable, seguro y sostenible.
Además, el hecho de que sea Francia quien tiene que proponer una decisión final a la propiedad también podría jugar a favor de los intereses de Burgos, ya que se trata de un proyecto de vocación europea que podría repercutir directamente en inversiones en plantas francesas que producen materias primas para la de Burgos. Esa es la realidad para una multinacional que tiene una demanda tan sólida y creciendo, y lo demuestra el hecho de la inversión recientemente captada de 22 millones podría quedarse pequeña a corto plazo.
Pero sí, hay más argumentos. Por ejemplo, la reserva de suelo aledaño a sus instalaciones. Adisseo aumentó en 2015 su perímetro en 70.000 metros cuadrados (con la adquisición de terrenos que en su momento pertenecieron a la extinta Cirtubo), alcanzando su perímetro actual los 190.000 metros cuadrados. O lo que es igual: una factoría de esas dimensiones ocuparía por sí misma una quinta parte de la última ampliación del polígono de Villalonquéjar.
A pesar de la fuerte automatización de todo su proceso productivo, la implantación de proyectos de innovación, como el del derivado sólido que está en marcha, cuyas obras comenzarán a ejecutarse en las próximas semanas, constituye una puerta abierta de par en par a futuros escenarios de diversificación. Más maná. Pero todos esos sólidos argumentos no son una garantía blindada de que finalmente sea Burgos la que logre atraer la inversión.
 
una sola voz. En la compañía, donde guardan con celo la información sobre el proyecto por una mera cuestión de prudencia ante la falta de una decisión definitiva y de respeto hacia sus competidores, entienden que el apoyo explícito de las administraciones públicas, fundamentalmente del Ayuntamiento y de la Junta de Castilla y León, tanto en la obtención de los permisos y licencias oportunas como en la aplicación de medidas de estimulación a la inversión que tan eficientes se han demostrado en casos como el de Campofrío, será crucial. De ahí que ya se hayan iniciado los contactos oportunos, sobre todo porque las dimensiones del proyecto alcanzarían una relevancia regional incuestionable en la que ya es a día de hoy la factoría química más importante de Castilla y León.
La facturación anual de Adisseo España alcanza los 200 millones de euros, pero su vocación de crecimiento parece imparable. De hecho, la Dirección está estudiando la realización de un plan director para el periodo 2016-2018 cuyo importe está todavía por determinar, pero que incluiría una adecuación tecnológica y logística de la planta sobre aspectos como la logística ferroviaria, los puertos de carga y descarga, el sistema de almacenaje o los edificios nodriza de la factoría, además de implementar los planes de mejoras en materia de seguridad, calidad y medio ambiente.
La fábrica burgalesa se fundó como Sodeti en 1974, no sin dificultades puesto que la pacata sociedad de la época recelaba de la implantación de ‘una química’. Obtuvo su primer permiso de producción en marzo de 1977 y en 1990 fue adquirida por el mayor productor de francés de químicos y fármacos, Rhôde-Poulenc, que conformó Aventis en 1999 tras su fusión con la alemana Hoechst AG. En 2006 pasó a ser propiedad del gigante chino Bluestar, sin que ninguno de esos cambios haya supuesto, más bien al contrario, el cuestionamiento de la planta burgalesa.
Además de por la creación directa de puestos de trabajo (si se confirmara esta aspiración, y sumando la que ya está en marcha, se aproximaría a medio centenar de empleos fijos), su presencia en Burgos es crucial para el sector logístico, ya que es, junto con el sector del neumático, el principal cliente del Puerto Seco de Burgos y mueve a diario decenas de camiones y vagones de ferrocarril para recibir materia prima y distribuir su producción.
Las inversiones en Adisseo se suman a otras cuantiosas apuestas por la industria ya radicada en los polígonos de la ciudad y su entorno. Así, Campofrío ejecuta una nueva planta sobre las cenizas de la que ardió en 2014 cuyo coste rondará los 225 millones; Kronospan ha dedicado más de 80 millones a resucitar Interbon y el Grupo Antolín acaba de anunciar inversiones a nivel global por valor de 340 millones, si bien no se ha desvelado qué parte le correspondería a su ciudad matriz. También en fábricas como Benteller, Smurfit Kappa o Hiperbaric se ejecutan importantes mejoras o ampliaciones. Lo dicho, el valor de lo que ya está.