Salvan la vida por 10 minutos los vecinos de una casa incendiada

I. Elices / Burgos
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El poliuretano extendido en la bodega de una vivienda de la calle Real ardió y el humo se filtró a la casa de al lado, donde a las 2,30 de la madrugada dormía un matrimonio

Los bomberos sudaron ayer para sofocar el incendio que se declaró en esta casa de Castrojeriz. - Foto: Ovidio Campo

«Si transcurren 10 minutos más lo hubieran pasado mal», aseguraba ayer José Luis Muriel, el máximo responsable de los bomberos voluntarios de Castrojeriz. Aludía al matrimonio que vive en el número 26 de la calle Real de la localidad, a cuya casa se filtró el humo provocado por un incendio que se declaró en la casa de al lado, en el número 24. Una mujer de 58 años, M.J.R.M., fue evacuada en ambulancia hasta el Hospital Universitario debido a que sufrió una leve intoxicación.

A las dos y media de la madrugada de ayer, los dueños de esa última vivienda cerraban el bar El Fuero para volver a su casa. Fue en ese momento cuando se percataron de que salía humo de su inmueble. Rápidamente telefonearon al servicio de emergencias 112 de Castilla y León, que puso en alerta a los bomberos de Castrojeriz. Éstos se movilizaron en pocos minutos y lo primero que hicieron fue acudir a la casa de al lado para despertar a sus dos inquilinos, que salvaron la vida por minutos. El humo había penetrado en su propiedad y podrían haber perecido por la inhalación de monóxido de carbono y otros gases tóxicos.

Y es que el incendio tuvo su origen en una masa de poliuretano que sus vecinos de al lado habían extendido en su bodega como parte de una obra de reforma. La espuma cayó al suelo durante la noche y combustionó, «debido a las altas temperaturas que adquiere ese material». El fuego terminó de coger fuerza al entrar en contacto con un montón de leña situado en esa instancia. Las llamas y el humo pasaron a la bodega de la casa de al lado, donde dormía el matrimonio que fue desalojado.

El tiempo que tardaron  en sofocar las llamas los cuatro bomberos que intervinieron, 12 horas, revela que las tareas de extinción fueron complicadas. La espesa humareda que invadía la bodega obligó a utilizar bombonas de oxígeno, ocho en total. Y los bomberos debían salir cada poco tiempo a refrescarse para no sucumbir a los efectos del intenso calor.

Además, se encontraron con una gran dificultad, la de encontrar el foco de las llamas. Éste no estaba a la vista no solo por el humo sino porque encima del poliuretano y la leña había caído también tierra del techo de la bodega. Este desprendimiento, lejos de contribuir a mermar la capacidad de destrucción del fuego, lo único que hizo fue ocultar a los bomberos el punto exacto donde se encontraban los rescoldos.

Por suerte, el exterior de las dos viviendas no resultó afectado y la estructura no sufrió daños de consideración. La alcaldesa, Beatriz Francés, subrayó «el buen trabajo de los bomberos» de Castrojeriz y se felicitó por que no haya que lamentar daños personales, salvo el caso de la mujer que tuvo que ser atendida por inhalar humo. Las demás casas de la calle Real se salvaron de la quema.