Estaba llamado a ser el pulmón verde la zona sur. Y lo cierto es que dos años después de su construcción, en la que invirtieron 1,1 millones de euros, ha cambiado la imagen desangelada que tenía en su inauguración en la que únicamente se veía tierra y unos incipientes árboles. Ahora, el parque de San Isidro, ganado a la pista de motocross, luce muy diferente. Es una auténtica zona verde, las especies arbóreas han crecido y le dan otro empaque pero también la hierba, especialmente la mala. La siembra que se realizó en su día, tras renovar la tierra, ha nacido muy irregularmente y solo en un 30%, lo que ha hecho que gran parte del suelo haya quedado desnudo e, incluso, varios taludes excavados se encuentran despoblados, lo que favorece los procesos erosivos y la formación de cárcavas.