Contador estira su liderato

Agencias / Verbania
-

El madrileño devuelve el golpe al equipo Astana y amplía su renta sobre Landa y Aru

El belga Philippe Gilbert (BMC) se impuso ayer en la decimoctava etapa del Giro de Italia, transcurrida entre Melide (Suiza) y Verbania sobre 170 kilómetros, para anotarse su segunda victoria en esta ronda en una jornada donde Alberto Contador (Tinkoff Saxo) reforzó y, prácticamente, selló su triunfo al meter más tiempo (1:13) a Mikel Landa y Fabio Aru (Astana).

Gilbert pudo festejar un nuevo éxito a cuatro kilómetros de meta gracias a un tremendo ataque en el descenso final en el que el excampeón del Mundo demostró su potencia, haciendo imposible al resto de excompañeros de la fuga arrebatarle el primer puesto.

El líder, por su parte, en un alarde de fuerza, decidió que el ritmo puesto por sus compañeros no era suficiente y, viéndose fuerte, emprendió los 10,4 kilómetros de la subida al Monte Ologno, con una pendiente media del 9 por ciento, en solitario para aprovechar que Mikel Landa (Astana), segundo en la general, iba cortado por una caída masiva justo antes del puerto.

Finalmente, tras contar con la ayuda de Hesjedal (Cannondale), que le alcanzó en la cima, y de Davide Villella, sacó 1:13 en meta a Landa y Aru (Astana) o Amador (Movistar), que llegaron juntos en un grupeto con muchos ‘Top 10’, entre ellos Kruijswijk (Lotto), Trofimov (Katusha) o Geniez (FDJ).

Ayer se produjo una situación parecida a la vivida el pasado martes en la aproximación al Mortirolo, pero los protagonistas invirtieron los papeles. Si entonces fue Contador quien se quedó atrás por un problema mecánico, en este caso fue el corredor vasco quien se vio implicado en una montonera y empezó a subir el Ologno con casi un minuto de tiempo perdido respecto al de Pinto.

El madrileño realizó una ascensión increíble a modo de cronoescalada y puso a tirar a sus compañeros del Tinkoff Saxo a la velocidad de la luz para abrir hueco. Al llegar a las primeras rampas, el líder dio cuenta de Kreuziger, su último escudero, y, con el grupo en roto en mil pedazos, fue ascendiendo en solitario.

En una subida llena de curvas y giros, el español se escapó y solo Kruijswijk (Lotto) parecía poder seguirle, pero no pudo. Sí llegó a su rueda, ya en la cima, el canadiense Ryder Hesjedal. Por detrás, Aru cerraba el grupo perseguidor, y a 1:30 minutos estaba Landa, luchando por recortar distancias.

Finalmente el de Vitoria logró llegar hasta Aru, pero su compatriota ya estaba lejos y se quedó con su todavía jefe de filas, aunque el italiano tuviera peores piernas. Solo en el tramo más suave, justo antes del descenso, volvió Astana a tirar de ese grupo pero con casi dos minutos perdidos ya respecto a Contador y Hesjedal.

Por delante, siguieron los más valientes y fuertes de la fuga. La escapada buena del día llegó a estar integrada por 12 corredores y con nombres de peso en su nómina como Sylvain Chavanel (IAM) y el propio Philippe Gilbert (BMC), pero los que llegaron arriba del Ologno fueron Amael Moinard (BMC), Francesco Manuel Bongiorno (Bardiani CSF), Kantastsin Siutsou (Sky) y David de La Cruz (Quick Step), aunque finalmente fue el belga el que se llevó el triunfo.

El terreno sinuoso, plagado de subidas y bajadas antes de emprender el descenso a Verbania, propició que Contador y Hesjedal, abrieran hueco. El madrileño se lanzó como si le fuera la vida en ello y dio un nuevo golpe a este Giro, que tiene casi en su mano.

Hoy se disputará la decimonovena etapa, con salida en Gravellona Toce y llegada a Cervinia tras 236 kilómetros. Una buena paliza en la que enlazarán tres puertos de primera, y donde habrá un nuevo final en alto.