La llegada de un acuerdo entre Grecia y sus acreedores es cada vez más un auténtico culebrón. Y es que ni siquiera los propios protagonistas de las negociaciones consiguen llegar a una postura común sobre cómo van las conversaciones. Si desde Atenas confían en que el pacto sobre las reformas que deben llevar a cabo se cerrará antes de que acabe la semana, las instituciones aseguran que todavía queda «mucho trabajo» por delante para que se alcance el consenso necesario.

Un día después de que el Ejecutivo heleno llegase a aseverar que el documento se estaba ya firmando, aunque luego el primer ministro, Alexis Tsipras, reculara y subrayase que las conversaciones estaban en su «recta final», Gabriel Sakellaridis, portavoz del Gabinete, indicó que el Gobierno pretende alcanzar antes del domingo el acuerdo para recibir nuevos fondos a cambio de ajustes.

«El equipo griego está en Bruselas con el objetivo de concluir el pacto en los próximos días», explicó, agregando que «la meta» está puesta en el último día de mayo.

El funcionario añadió que las declaraciones de sus interlocutores, que generaron dudas sobre el optimismo heleno, «a veces no fueron neutrales», ya que, según su opinión, buscan «ejercer presión» a Atenas para que «ceda» y «haga más concesiones».

Ajenos a estas declaraciones, los acreedores -formados por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Central Europeo (BCE) y la Comisión Europea (CE)- insistieron en que el acuerdo no es, ni mucho menos, inminente, al remarcar que «todavía no estamos ahí» y que «hay cuestiones pendientes» de resolver.

Un portavoz del FMI reconoció que las partes mantienen «intensas negociaciones con vistas a lograr un consenso tan pronto como sea posible», si bien añadió que queda mucho trabajo todavía por hacer.

«Las cosas se han movido, pero aún queda mucho camino por delante», remachó, al tiempo que confió en que Grecia cumplirá con sus compromisos con el Fondo, al que deberá pagar el próximo 5 de junio 300 millones de euros por vencimientos de deuda.

 

¿Una salida del euro? Por otro lado, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, calificó la salida de la nación mediterránea de la zona euro como «una posibilidad». «Un paso de ese tipo no sería un paseo», afirmó, consciente de los graves problemas que acarreraría la marcha de Atenas del Eurogrupo. Sin embargo, quiso dejar claro que eso «no sería el final» de la moneda única.

En la línea con lo proclamado por las instituciones, la financiera francesa aseveró que «es muy improbable que en los próximos días se alcance una solución completa». «Después de haber conseguido señales positivas hace 10 días, nos volvimos a sentir desengañados la semana pasada», lamentó.

Atenas y sus acreedores llevan cuatro meses negociando un acuerdo de reformas sin que se hayan producido avances significativos y, sin este pacto, el país corre el riesgo de caer en bancarrota e incurrir en el impago de su deuda en cuestión de días.