Atrapados en Nepal

J.M. / Burgos
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El dentista burgalés Joaquín Feced espera que una avioneta le saque de la zona del Himalaya rumbo a Katmandú, donde le aguarda el exalcalde de Burgos Ángel Olivares. La expedición no sufrió el terremoto, pero notó el temblor

Hace un año que el exalcalde de la ciudad Ángel Olivares planificó con otros 8 amigos de Burgos y de Madrid una nueva aventura en Nepal, la tercera de su vida, para realizar ‘trekking’ en las montañas del Himalaya. Una dolencia en la espalda le impidió al que fuera el líder local del PSOE participar en esa exigente excursión. Les iría a buscar a Katmandú. El que sí se apuntó fue el dentista burgalés Joaquín Feced, que a día de hoy se encuentra atrapado, aunque sano y salvo, en la ciudad de Lukla (el punto de partida, ahora de salida, de la mayoría de los montañeros que acuden a escalar algunos de los grandes picos del mundo). Están a la espera de poderse montar en una de las pequeñas avionetas que les conducirán a la capital del país para, si todo va como tenían previsto, salir de allí el próximo viernes 1 de mayo.

El exalcalde es el único que, gracias a un teléfono con conexión vía satélite, se puede comunicar con los montañeros y trasladar a sus familiares en España qué se encuentran en perfecto estado. «Hablo con ellos todos los días. Están bien. No han sufrido los problemas del terremoto, pero sí lo han sentido». De hecho, explica, las grandes dificultades las tuvieron durante la expedición. La nieve caída, según relata, complicó las cosas. Pero eso ahora, con estimaciones de casi 10.000 muertos, no importa lo más mínimo.

Cuando la tierra tembló en Nepal el pasado sábado, la expedición se encontraba en el valle de Namche Bazaar, la puerta del Himalaya. Marisa, una de las hijas del dentista, recuerda «el miedo que pasamos cuando nos enteramos del terremoto y del alud que se había llevado por delante a más de 100 montañeros. Ellos estaban a 40 o 50 kilómetros de ese campamento base», comenta aliviada.

En Katmandú, Olivares, que llegó cuando ya no había réplicas en un vuelo comercial desde Doha (Qatar),  describe cómo ha visto con sus ojos « edificios de 6 plantas que se han caído» y mucha presencia de bomberos de casi todos los rincones del mundo. «De Estados Unidos, Gran Bretaña, China, India... La gente está muy afectada», relata. Aún con todo, asegura que hay una relativa normalidad y que «la vida sigue pese a la tragedia» en la capital.

El exalcalde destaca que «Nepal es un pueblo muy acogedor» y se puede sentir que «están muy afectados. Todos tienen a alguien cercano que lo ha padecido». Al mismo tiempo añade que están acostumbrados a situaciones difíciles y «se sobrepondrán a la tragedia». Aunque entiende que «les llevará su tiempo».

Si en algo incide el político y montañero es en pedir que «no se deje de venir aquí. Hay muchos burgaleses que han viajado a Nepal» y conocen el país. El turismo es una de sus principales vías de ingresos y el miedo por el terremoto, con la pérdida de visitantes, solo podría ahondar la tragedia. También recalca que «la ayuda humanitaria es muy necesaria, así como la económica» y que, desde donde está, no es capaz de saber si hacen falta más efectivos de emergencia.

Una de las tristes consecuencias del terremoto es ver que un hospital no abre porque la falta de luz o de agua (a veces está ligado lo uno a lo otro) lo deja inservible. Algo que sucede en muchos otros edificios. «Ha habido hoteles que han tenido que cerrar».

En su caso, asegura que no han tenido mayores problemas ya que las agencias con las que tenían contratado el viaje, tanto la española como la nepalí, les han solucionado al instante el más mínimo inconveniente.

Olivares también lamenta el importante patrimonio que se ha llevado por delante el terremoto. Se ha sabido que el seísmo ha borrado del mapa, entre otros grandes monumentos, los templos de Bhaktapur, declarados patrimonio mundial por la Unesco.

Ahora les toca esperar a que sus compañeros tengan suerte de poder coger una avioneta «mañana (por hoy) o pasado». Y es que ese aeropuerto es la única salida desde el Everest, a lo que en ocasiones se añade el problema de que la niebla impide volar desde él. Cuando eso esté superado llegará el momento de salir de Nepal. Aunque sobre eso, prefiere no anticipar acontecimientos. Habrá quien regresará a España de la expedición, como es su caso, y quien continúe camino hasta la India.

No olvidarán el viaje, pero seguramente lo repetirán.