Son quijotes que luchan contra molinos de viento. Pero no están locos, son valientes porque poner a un pueblo de apenas 50 vecinos y, en el mejor de los casos, otro que no llega a los 1.500, en el mapa nacional, tiene mérito, mucho mérito, además de trabajo, constancia, perseveración, confianza... Pero sí, un poco locos también están porque plantarse el sábado pasado en la mítica sala madrileña Galileo Galilei para 'vender' los festivales de sus pueblos no lo hace cualquiera. Y ellos lo han hecho y mañana, en los jardines del Campus de la UBU volverán a estar ahí, defendiendo que si se quiere se puede. Diego Serrano, Rodrigo Barriuso y Astrid Henmark (y Carlos Jaén, tanto monta, monta tanto) son las caras visibles de los festivales Demandafolk, Pollogómez y ARTIMusic.