El Burgos CF no hizo todos los deberes necesarios en Astorga y se jugará la permanencia en las dos últimas jornadas, ante el Zamora, también implicado en la lucha por no bajar, y el Tropezón, que ayer mismo certificó su descenso a Tercera División. Los de Gonzalo Arconada fueron incapaces de pasar del empate en La Eragudina en un choque en el que en los minutos finales pudieron llevarse los tres puntos frente a un rival que se complica en exceso la vida.
Los dos equipos se jugaban más que tres puntos. Los blanquinegros, menos necesitados que los locales, se limitaron en los primeros minutos a contemporizar en busca de un fallo local que pudiera ponerles el partido en franquicia. Además, a pesar de que los sustos de Diego (minuto 3) e Ivi Vales (minuto 7) pudieron poner en alerta a los castellanos, a partir de ahí poco a poco el Burgos fue asentándose para aprovechar la rapidez por las bandas de Carralero y Álex Cruz.
Ni la lesión de Sergio Esteban al cuarto de hora -Andrés, que salió como interior diestro pasó a ocupar su sitio- evitó que los castellanos empezasen a mostrar su juego combinativo, que a los 36 minutos a punto estuvo de reportarles el 0-1 en una acción desde la frontal del área en la que Moke obligó a Javi a despejar a córner.
Fue el aviso más serio de un Burgos que demostraba que quería más que el empate. Prueba de ello fue que durante los diez últimos minutos de la primera parte suyo fue el control y el partido empezó a jugarse en campo maragato. Eso sí, las ocasiones, tanto en una como en otra área fueron inexistentes hasta el minuto 45.
El paso por vestuarios varió por completo la decoración, con un Burgos mucho más consistente que apenas pasó apuros para mantener su portería a cero. Los blanquinegros reforzaron sus prestaciones en defensa y con Llorente y Gabri Gómez como principales exponentes fueron tomando terreno a los maragatos, que solo dispusieron de una ocasión de gol en los primeros instantes, aunque Bandera, solo ante Aurreko, disparó desviado. Fue la situación más comprometida de un Burgos que a partir de ahí no pasó más agobios para mantener su portería a cero e incluso dispuso de tres ocasiones para llevarse el encuentro.
Los cambios de Arconada, con la entrada de Cristian y posteriormente Javi Hernández, dieron mayor profundidad al plantel visitante, que en el tramo final tuvo en las botas de Gabri Gómez y Cristian la ocasión de dejar casi sentenciada su permanencia. La primera, en el minuto 77, nacía con un robo de balón de Moke, que habilitaba a Gabri Gómez para que este, después de superar a la defensa, no acertase a batir al meta Javi.
Fue el aviso de lo que iba a suceder hasta el final. Superior por las bandas y acertado en el centro del campo, el Burgos pasó a jugar en territorio leonés aprovechando la indecisión en los pases de los locales, que una vez tras otra dejaban en superioridad a los visitantes a la hora de encarar la portería del Astorga.
Gabri Gómez volvió a intentarlo a falta de cinco minutos y posteriormente, en el minuto 89, Cristian disponía de otra ocasión inmejorable en un mano a mano con Javi que el cancerbero del Astorga acertó a desbaratar.