Los partos de mujeres de más de 40 se duplican desde 2000

Gadea G. Ubierna / Burgos
-

De los 91 registrados en la provincia a comienzos de siglo se ha pasado a los 206 del 2012, año en el que incluso hubo una parturienta que afirmó haber cumplido los cincuenta

Más del 68% de los partos de mujeres que estaban entre la década de los cuarenta y los cincuenta se produjeron cuando tenían entre 40 y 41 años. - Foto: DB

Si hace unas décadas era más bien excepcional que una mujer diera a luz pasados los cuarenta años, en un futuro más a corto que a largo plazo podría llegar a darse el caso de que lo excepcional fuera alumbrar en la veintena o, al menos, antes de los 25 o 26 años. La postergación de la maternidad a edades cada vez más tardías está provocando que el número de partos en mujeres que ya han cumplido los 40 años -o más- se haya duplicado  en la provincia desde comienzos de siglo. Más en concreto: si en el año 2000 hubo 91 nacimientos en los que las madres declararon estar en ese tramo de edad, la cifra ascendió en 2012 -última fecha con datos oficiales disponibles- hasta los 206 nacimientos pasada la cuarentena. Y en el último año de referencia, 2012, el INE afirma que hubo un caso en el que la madre tenía más de 50 años.

Las cada vez mayores dificultades para encontrar una estabilidad laboral y, por lo tanto, económica, son la principal causa de la planificación familiar para etapas más avanzadas de la vida. Entre que una mujer da por concluida su formación, termina de encadenar contratos de prácticas y consigue alcanzar unas condiciones laborales que le permitan plantearse tener un hijo, ha entrado en la treintena. Y a esto hay que añadir que ahora, también con más frecuencia que hace unas décadas, hay quien prioriza el alcanzar unos objetivos profesionales antes de formar una familia. De ahí que, a medida que pasan los años, sea menos raro e incluso frecuente plantearse la maternidad cuando se está rozando la cuarentena.

La estadística oficial, desde luego, no deja lugar a dudas: el número de nacimientos en la franja de edad comprendida entre los 40 y los 50 se ha incrementado un 126,3% al pasar de los 91 registrados en el año 2000 a los 206 de 2012. Y si es cierto que haber cumplido 40 años ya no se considera un obstáculo o una barrera a la hora de engendrar, también es un hecho que quienes esperan tanto para tener hijos, intentan darse prisa: en más del 68% (140) de los nacimientos las mujeres tenían entre 40 y 41 años. Pasado ese momento, las posibilidades de embarazo y de llevarlo a término son muy inferiores, por lo que el 23,7% de los nacimientos (49) los protagonizaron parturientas de entre 42 y 43 años. En los 17 alumbramientos restantes (8,2%), las madres tenían 44 años (7 casos), 45 años (6 casos), 46 años (3 casos) y, por último, el Instituto Nacional de Estadística especifica que hubo un último caso en el que el nacimiento se produjo pasados los 50 años de la mujer.

Múltiples

El progresivo retraso de la maternidad tiene como principal ventaja que la madre o la familia en su conjunto cuentan con una mayor estabilidad económica, pero la contrapartida es que las dificultades para engendrar y alumbrir se incrementan de forma proporcional a medida que pasan los años. Sacyl realiza estimulaciones ováricas u otros tratamientos de fertilidad a mujeres con problemas con un límite máximo de edad de 39 años. A partir de ahí, la única opción de quienes no consiguen hacerlo sin ayuda, es acudir a un centro privado.

Y en estos casos en los que media un tratamiento, las probabilidades de que el parto sea múltiple son muy superiores a las que habría en un embarazo convencional. Así, según los últimos datos oficiales, en 2012 hubo siete partos dobles en ese tramo, entre 40 y 50 años.