La Consejería de Sanidad de Castilla y León ha admitido, sin necesidad de llegar a los tribunales, la reclamación presentada por los padres de un niño al que no le fue detectada una fractura de húmero tras la caída de un columpio en Huerta de Rey en el verano de 2012. La familia recibirá 5.300 euros, una cantidad ligeramente superior incluso a la que inicialmente había solicitado.
El menor, que tenía 7 años cuando sufrió el accidente, fue atendido inicialmente en el centro de salud de Huerta, localidad de veraneo, de donde fue derivado en ambulancia al Hospital Santos Reyes de Aranda de Duero. Una vez en el complejo médico, le realizaron una radiografía de la muñeca izquierda en la que se evidenció la fractura distal de cúbito y radio.Al día siguiente, le intervinieron con anestesia general para la reducción cerrada de la fractura. Tras inmovilizarle el brazo con una férula, fue dado de alta 2 días después de su ingreso.
El 20 de agosto acudió a consulta al Hospital La Paz de Madrid, donde reside habitualmente con su familia.En la radiografía de control apreciaron que la fractura de cúbito y radio evolucionaba bien pero detectaron otra en el húmero, por la que tuvieron que operarle al día siguiente. Le colocaron una nueva férula con la que estuvo hasta el 13 se septiembre, momento en el que inició la rehabilitación. Un año después, en la revisión, no se le detectó dolor ni limitación alguna de la movilidad, por lo que los médicos concluyeron que podría hacer una vida normal.
La familia presentó una reclamación, con el asesoramiento del letrado Luis-Martín Tello Saiz-Pardo, por la «evidente negligencia profesional» con la que a su juicio actuaron los profesionales del Santos Reyes, al no detectar al menor la segunda fractura y obligarle así a pasar otra vez por quirófano.
«Es evidente que en este caso no se han empleado todos los medios precisos para llegar a un correcto diagnóstico de las lesiones que presentaba el menor, por lo que podría hablarse de la existencia de una cierta negligencia o mala praxis», asume la Consejería de Sanidad. El dictamen subraya que, tras sufrir una caída desde una altura de 1,80 metros, únicamente se le realizó una radiografía simple de la muñeca. «Se echa en falta en la historia clínica elementos que resultarían básicos, entre ellos una exploración de toda la extremidad afectada, ante todo de las articulaciones próximas y distales a la zona de fractura que pudieran presentar lesiones asociadas» y el estudio radiológico de la misma.
Subraya la contradicción existente en el informe del propio inspector médico, firmado el exgerente del Hospital de Burgos Tomás Tenza, en la que si bien realiza «una valoración positiva de la actuación profesional de los facultativos» del Santos Reyes, reconoce también «que no se hizo un diagnóstico correcto, sin encontrar ni describir cual pudiera ser la causa o el motivo» de ello. «Es decir -concluye la Junta- el propio inspector reconoce que no existió un correcto diagnóstico inicial de la fractura de húmero que padecía el niño.Por tanto, se ha producido una incorrecta asistencia» por la que procede compensar a la familia, con casi 100 euros más de lo que en un principio habían solicitado.