Luis A. Portilla se olvida de la disciplina del dibujo para quedarse con la mancha

I.L.H. / Burgos
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Su pintura se vuelve menos meticulosa pero gana en libertad • El resultado lo presenta a partir de esta tarde en la Bottega dell'Arte

Después de pintarlo todo, hasta el último detalle del último ladrillo, Luis Alberto Portilla ha decidido deshacerse de la disciplina del dibujo. En su obra más reciente se otorga mayor libertad para quedarse con la mancha y difuminar los contornos, jugar con los contrastes de luz sin tanta precisión y buscar las siluetas de las personas como referente, porque la gente sigue siendo el leitmotiv desde que en Oviedo de 2013 decidiera dedicarles su exposición.

Esa forma de pintar menos contenida y marcada por el instante la ha adquirido por su afición a los concursos de pintura rápida: «Es muy divertido. Te exige coger soltura para sintetizar y resolver con velocidad. En el estudio te centras en el detalle y eres más meticuloso, pero en este tipo de certámenes necesitas otras herramientas muy diferentes; trabajas con la brocha más que con el pincel y pierdes cierto encorsetamiento; resulta más agradecida», sostiene el artista, que esta tarde inaugura exposición en la galería La Bottega dell’Arte.

En su nuevo enfoque Portilla resuelve con composiciones llenas de contenido: «El paisaje es importante pero también me interesan otros monumentos, las personas que llenan la escena en ese momento, lo que pudieran estar pensando, reconocer el entorno dentro de la imperfección del dibujo rápido y, en definitiva, contar con la presencia de la gente, que no está posando y ni siquiera sabe que va a aparecer en un cuadro. Eso es lo de menos. Son situaciones comunes, y ahí está la gracia. Me gusta que los cuadros tengan una literatura, una historia detrás», añade.

En la exposición que presenta hasta el 28 de abril hay lienzos y tablas con escenas nocturnas, paseos estivales, rincones soleados, la montaña palentina y días de lluvia, una circunstancia climatológica que le encanta retratar: «Me encantan los reflejos y cómo el agua multiplica la luz, hace esas reverberaciones y aporta otras tonalidades», sugiere el pintor cántabro afincado en Burgos. Con los fondos en acrílico, por su rápido secado, remata en óleo por la definición que otorga y la fiabilidad que le aportan las tonalidades.

Pinturas 2015-2016 se puede visitar en la galería de la calle Petronila Casado de lunes a viernes de 10 a 14 y de 17:30 a 20:30 horas y los sábados de 10 a 14 horas.