La champions no es excusa

H.J. / Burgos
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La Junta Electoral recibe cientos de reclamaciones de los elegidos por sorteo para ser presidentes y vocales el día 25. Los argumentos, de todo tipo, solo se admiten en unos pocos casos y se estudian uno a uno

Entre las más repetidas, las de mayores de 65 años y los que trabajan en el extranjero.

Tenía pensado asistir al partido del año en Lisboa. Era el plan perfecto. Sábado por la noche, con todo un fin de semana para disfrutar de la capital portuguesa y encima su equipo llega a la final de la Champions League tantos años después. Había apalabrado con los amigos el desplazamiento, el alojamiento y hasta veía posibilidades de tener una entrada. Y resulta que le toca, por sorteo, formar parte de una mesa electoral.

Se trata de un caso real (o muy parecido) ocurrido estos días en Burgos y que ejemplifica los cientos de recursos que la Junta Electoral está tramitando por parte de los notificados para cumplir con este deber ciudadano.

En cada convocatoria a las urnas debe haber un pequeño ‘ejército’ de presidentes y vocales de mesas (dos por cada una) que cumplen la función de que todo funcione correctamente. Es una función remunerada con 60 euros para una jornada que se alarga durante 12 horas o más que cae en domingo. Y cada vez ilusiona menos.

Ya no ocurre como con las primeras convocatorias de los años 80, en las que los españoles se ilusionaban con sus elecciones. Ahora a la mayoría de la gente le resulta un fastidio ser elegido para una mesa electoral, pero no pueden negarse porque es una obligación legal y la negativa a cumplirla puede suponer enfrentarse incluso a pena de prisión de tres meses a un año o multa de 6 a 24 meses.

Pueden, eso sí, presentar excusas debidamente justificadas para intentar librarse, y en el proceso de su ardua resolución han estado ocupadas las Juntas Electorales de toda la provincia durante la última semana y media. Desde que fueron notificadas por sus respectivos ayuntamientos las casi 5.800 personas convocadas a las mesas burgalesas, cientos de ellas han presentado recursos y la casuística es tan variada que sería imposible repasarla al completo. Entre otras cosas, porque se revisa de forma individual para analizar cada impedimento.

Elena Santamaría, la secretaria de la Junta Electoral de Burgos, (que engloba no solo la capital sino todo su partido judicial) confiesa que estos días el reguero de peticiones ha sido constante. Desde el otro lado del mostrador los funcionarios han visto de todo. Gente realmente enfadada por el ‘premio’ que le ha tocado para el día 25, otros implorando por su excusa a los que les faltó poco (o nada) para echarse a llorar, argumentos de lo más peregrino que es mejor no revelar para no ofender a quienes se sientan aludidos (en una convocatoria anterior hubo quien alegó ser analfabeto mientras rellenaba su solicitud por escrito) y todo un mundo de circunstancias. Resolverlo cuesta muchas horas de trabajo.

Santamaría explica que a la hora de analizar las excusas se rigen, en primer lugar, por una instrucción que en el año 2011 emitió la Junta Electoral Central y que trata de unificar criterios en torno a motivos personales, familiares y profesionales que se consideran eximentes.

Como causas directas encontramos a los mayores de 65 años (entran en el sorteo hasta que cumplen 70), a quienes tienen una incapacidad absoluta, a quienes están de baja médica o las madres embarazadas de más de 6 meses.

Se libran también (casi siempre, porque hay excepciones y matices en todos los casos) quienes tengan dificultades reales para desempeñar las funciones de la mesa electoral, los que estén pendientes de una intervención quirúrgica o los que deban cuidar de bebés, ancianos o personas dependientes y no puedan dejarlos al cargo de nadie más.

Bomberos y policías, o personal de otros servicios considerados esenciales, suelen recibir también la exención, sobre todo en el caso de que ostenten cargos de responsabilidad o demuestren que su labor no puede ser sustituida por otro compañero .

Cocineros o regentes de establecimientos hosteleros que tengan eventos programados para ese día también verán normalmente aceptadas sus excusas. Y lo mismo ocurre con quienes tengan bodas o comuniones ese día cuando los protagonistas sean padres, abuelos, hijos o nietos. Fuera de esa relación de parentesco librarse resulta más complicado, así que primos y tíos posiblemente se pierdan la reunión familiar y tengan que estar desde las 8 de la mañana en su colegio electoral.

Abundan los casos de quienes ya tengan un viaje programado, aunque sea de placer. En los casos en los que se haya comprado el billete con mucha antelación o se demuestre un perjuicio económico por tener vuelos y hoteles pagados lo más probable es que la excusa sea admitida. No era el caso de quien quería asistir a la final de laChampions.

El anecdotario de estos días incluye también los casos de algún ganadero cuyos animales no pueden estar sin él durante todo el día para el ordeñe o la alimentación. Y su petición ha recibido el visto bueno de la Junta Electoral.

En cualquier caso los más frecuentes, como apunta de nuevo la secretaria, han sido los de mayores de 65 años y curiosamente los de quienes residen en el extranjero. El envejecimiento demográfico y los efectos de la crisis también se notan a la hora de confeccionar el listado de quienes nos ayudarán a votar dentro de dos semanas.

¿Por qué no los parados?

A la desgana por el proceso electoral se ha sumado esta vez la situación económica y ha hecho que muchos se planteen acabar con el sistema de sorteo puro y duro y en su lugar abrir una lista de voluntarios a la que podrían inscribirse los parados para beneficiarse de los 60 euros que paga el Estado.

Esa posibilidad, que a priori parece cargada de sensatez, eliminaría sin embargo el carácter aleatorio que tiene el sorteo y que ayuda a garantizar la limpieza del proceso. Además, su puesta en marcha exigiría modificar la Ley Orgánica que regula las elecciones. Aunque los grandes partidos capaces de voltear las mayorías parlamentarias han demostrado en varias ocasiones que cuando tienen voluntad son capaces de cambiar la norma en muy poco tiempo.