Cardeña, cerveza hecha por monjes

Javier Bautista / Burgos
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El monasterio de San Pedro de Cardeña presentó ayer su proyecto cervecero, similar al de las abadías hermanas de todo el mundo

Los monasterios trapenses en el mundo fabrican diferentes productos artesanales: chocolates, quesos, vinos, licores, pastas... pero probablemente, a nivel europeo, el producto artesanal que más fama y relevancia tiene sea la cerveza. El monasterio de San Pedro de Cardeña, de la orden cisterciense de la estricta observancia, también llamados trapenses, se lanza a esta nueva iniciativa de elaborar su cerveza artesanal, la primera de España. El proyecto se comenzó a desarrollar hace aproximadamente un año y medio con el abad Don Roberto como precursor de la iniciativa.

El maestro cervecero escocés Bob Maltman ha diseñado la receta para la cerveza Cardeña, una rubia triple con una graduación de 7 grados. «Se trata de una cerveza artesanal de color ámbar claro con abundante corona de espuma, fino aroma, sabor afrutado y herbal con final largo y ligeramente seco. En el futuro haremos otros estilos», afirmó Bob Maltman.

La cerveza se ha elaborado bajo una cuidada selección de malta de cebada, lúpulo, levadura y agua, y con una segunda fermentación en botella, siguiendo la centenaria tradición de los maestros cerveceros trapenses.

Esta primera elaboración artesanal se ha realizado fuera del monasterio, en Madrid, pero como indicó fray José Luis durante la presentación «lo importante no es el dónde sino el quién y el cómo».

En un futuro se tiene previsto poder producir la cerveza trapense en el propio monasterio con el objetivo de que pueda tener el sello certificado de calidad del ‘Authentic Trappist Product’, que otorga la Asociación Internacional Trapense a sus productos, y así poder comercializarla a nivel nacional e internacional. Este primer lote producido, de unas 2.400 botellas, se comercializará en la tienda del monasterio, a través de la página web y en algún comercio burgalés. El precio de la cerveza será de unos 2,5 euros el botellín.

Erik Coene, licenciado en Historia del Arte, experto cervecero y fundador de una empresa importadora de cerveza, asistió a la presentación de la primera cerveza trapense española, Cerdeña. Insistió en la importancia de «ir introduciendo el producto poco a poco en el mercado, que la gente de Burgos la conozca,  la consuma y en un futuro si todo va bien aumentaremos la producción». Fray José Luis añadió que «si el proyecto funciona y tiene éxito se añadirán a su elaboración ingredientes muy de la zona, originando cervezas aromáticas».