La gestora del Círculo busca dar un nuevo empuje a la gestión de todas las obras

P.C.P. / Burgos
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Presidida por José Luis Fernández Rodríguez, exempleado de la caja, se dio a conocer el martes en la asamblea general de la entidad

La gestora nombrada por el Arzobispado para dirigir el Círculo Católico tras la destitución fulminante del anterior consejo se presenta con la intención de mantener la «continuidad en el día a día» pero dar «un nuevo impulso» a la gestión y administración de todas las obras de la entidad, una vez que se familiaricen con la situación actual, según explica Rodrigo Saiz García, responsable de patrimonio del Arzobispado y secretario de la junta. Estará presidida por José Luis Fernández Rodríguez e integrada además por José Lastra, Alejandro Martín, Vicente Rebollo y Félix Adrián. Como consiliario sigue el padre José María López.

«Tres de ellos son hombres buenos, gente que lleva muchos años vinculada al Círculo y que es historia viva de la entidad», explica Saiz, en referencia al presidente, exempleado de la caja, y también a Lastra y a Martín, este último director del colegio de Zatorre y miembro del anterior consejo. «El arzobispo ha querido la continuidad con ellos, que son los que mejor conocen la entidad y los que van a marcar la  pauta», añade.

No descartan que si la tarea encomendada les resulta muy laboriosa, puedan proponer al arzobispo el nombramiento de otras personas para engrosar la gestora. Por el momento, su encomienda tiene un plazo de 2 meses, prorrogable si se estima necesario.

El pasado 10 de marzo se reunieron a los representantes de  todas las obras integrantes del Círculo Católico, como la Schola Cantorum, el Club Juventud del Círculo, la Cofradía de la Santa Columna, el Grupo de Danzas Tierras del Cid... El martes comparecieron ante los socios en la asamblea general, que estaba prevista antes del cese del anterior consejo. Leyeron el decreto firmado por el arzobispo Fidel Herráez y expusieron la memoria de 2015.

Socios consultados por este periódico lamentan que no se presentaran ni dieran opción a ruegos y preguntas a las decenas de asistentes.Pese a ver «caras repetidas», sí esperan que este cambio de dirección facilite la apertura y democratización de la asociación. «Es un buen momento para permitir que se vote a los representantes o, al menos, que se pueda intervenir», apuntan. Además, se muestran satisfechos con la intervención del Arzobispado para evitar lo que consideran iba a suponer la despatrimonialización de la entidad, por la pérdida del control sobre el millar de viviendas de la Constructora Benéfica.