Casi 4.000 permisos para recoger setas avalan una buena temporada

A. Castellanos / Espinosa
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La Unidad de Gestión de Las Merindades ha expedido en su tercer otoño de regulación casi el doble de permisos que en 2010, cuando estrenó la aplicación del programa Miasrc

Los Boletus Edulis ha sido el hongo que ha reinado esta campaña en Montija. - Foto: DB

Casi 4.000 personas han formalizado en lo que va de otoño un permiso para recoger setas en alguno de los 47 montes y 29.300 hectáreas de terreno reguladas en la Unidad de Gestión Las Merindades, la primera de la provincia que se sumó al proyecto Miasrc (Micología y Aprovechamiento Sostenible, Regulación y Comercialización) que respaldan la Diputación Provincial y la Junta de Castilla y León. Una buena campaña, según la describen los expertos, y el hecho de que ya sea la tercera regulada han sido los principales motivos de que los permisos expedidos sean casi el doble que los formalizados en el otoño de 2010, el primero en que se acotaron los montes de Valdeporres, Sotoscueva, Montija y Espinosa de los Monteros. En 2011 se sumó el Valle de Mena.

DB ha sondeado a los principales puntos de venta de permisos, que en estos momentos, suman un total de 31 en los cinco municipios regulados. La palma se la lleva la estación de servicio San Miguel de Bercedo, el primer punto que los recolectores de setas vascos se encuentran de camino a los montes de la Merindad de Montija, que este otoño han dado una campaña excepcional de Boletus Edulis. En esta gasolinera, donde aseguran que la llegada de recolectores se producía durante todos los días de la semana, sobre todo, en el mes de octubre, se han acercado a los 2.500 permisos vendidos, la práctica mayoría de un día o de fin de semana. Esta cantidad es muy superior a la de cualquiera de los otros treinta puntos de venta, incluidos los propios ayuntamientos.

En ellos, donde se expiden los permisos de temporada a vecinos empadronados y personas vinculadas al municipio por poseer alguna propiedad se han formalizado hasta esta semana un total de 926 frente a los 798 que se expidieron en el otoño del pasado año. Una vez más, el Ayuntamiento espinosiego, con 230 permisos, se lleva la palma seguido por el menés, al que han acudido 209 aficionados a la micología; los de Sotoscueva y Montija, con 175 permisos cada uno;y Valdeporres, con 137.

Mientras, entre el resto de establecimientos de hostelería colaboradores apenas se han alcanzado los 500 permisos con un goteo de 10, 25 ó 50 permisos por negocio. Entre todos ellos solo destaca el Bar El Crucero, que por su estratégica situación ha vendido 200 autorizaciones.

Así pues, «aunque la campaña de recogida de setas ha llegado retrasada, al final la floración ha sido muy buena», como explican desde el Cesefor, la entidad que gestiona la zona regulada de Las Merindades. Un año más, la regulación ha servido para que predominen las buenas prácticas en el monte y evitar a grupos que realizan recogidas masivas y sin respetar las normas básicas de recolección, como ha sucedido en la zona de Pinares y, en concreto, en Salas de los Infantes. «Este año no ha habido grupos de extranjeros en Merindades», aseguran desde el Cesefor, que destaca la buena labor desarrollada por los agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León y los agentes del Seprona de la Guardia Civil, quienes «han reforzado» su presencia en los montes durante la época de la recolección de setas para suplir a la guardería de campo, cuya contratación se suprimió este año ante la retirada de la financiación de la Administración regional.

Heladas

Las heladas de los últimos días hacen presagiar el fin de la temporada, aunque tanto desde el Cesefor como desde los establecimientos colaboradores y ayuntamientos aseguran que se siguen vendiendo aún unos pocos permisos. No obstante, quienes tengan de temporada, con un coste de 5 euros para los vecinos, 25 euros para los vinculados y 60 para los foráneos, si son recreativos, o 20 y 300, respectivamente, sin son comerciales, podrán seguir recolectando hasta el 31 de julio de 2013. Mientras, el proyecto Miasrc tiene garantizada su pervivencia, al menos, hasta julio de 2014, tras lo cual es muy previsible que los ayuntamientos deban afrontar en solitario la gestión micológica.