La alerta vecinal impide que habiten las casas abandonadas de Cortes

C.M. / Burgos
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Vieron numerosos movimientos en el denominado sector S-20 y alertaron a la Policía Local, que permaneció allí durante horas y evitó que varias personas se instalaran en el interior

Vecinos del barrio de Cortes impidieron hace unos días que se okuparan algunas de las casas abandonadas ubicadas en el denominado sector S-20. Varios residentes vieron que se producía movimiento en esta urbanización y alertaron a la Policía Local, que se desplazó hasta el lugar y permaneció allí durante varias horas para evitar que varias personas se instalaran en su interior. Al parecer, algunos los okupas habían inscrito sus nombres en las puertas.

Los agentes informaron a los vecinos de que debían ser los propietarios los responsables de denunciar los hechos, de modo que la Asociación Cortes Siglo XXI se puso en contacto con la junta de compensación del sector (propietarios de los terrenos que realizan las obras de urbanización) para trasladarles los problemas que sufren desde hace años por los robos, el vandalismo y los vertidos ilegales en esta urbanización, que no llegó a terminarse debido a la quiebra de la constructora.

Sin embargo, las viviendas son en la actualidad propiedad de la Sociedad para la Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb). Según explicó el presidente de la asociación vecinal, José Luis Rubio, se les ha pedido que procedan a tapiar los unifamiliares, a vallar el entorno o a contratar vigilancia para evitar que se sigan produciendo estos hechos. «La Sareb sabe la situación y esperemos que tomen cartas el asunto mientras tanto agradecemos a los vecinos la vigilancia y les instamos a que estén atentos por si ven cualquier movimiento extraño», indicó.

Rubio apunta que la mejor solución es que se pueda terminar la urbanización y que se vendan las casas, al tiempo que recuerda que los técnicos de Fomento realizaron un proyecto con todas las deficiencias, valorado en 587.000 euros, para que fuera ejecutado por la junta de compensación o en su caso por el Ayuntamiento de manera subsidiaria.

Finalmente se descartó hacerlo de manera subsidiaria porque los avales depositados por la constructora, Proycon, ascendían a 150.000 euros y que no parecía muy realista que los propietarios abonen la actuación. El Ayuntamiento no quiere dar este paso porque si concluye la urbanización y la recepciona luego tendría que correr con el mantenimiento.