No es el único historiador que defiende la teoría de que Adolf Hitler no sólo no murió en el búnker, sino que salió de Alemania y huyó, vivito y coleando, a otras latitudes. A morir de viejo. Pero en su último libro, ¿Murió Hitler en el búnker?, publicado por Temas de hoy, Eric Frattini va más allá. Ofrece todas las posibles hipótesis de las distintas versiones que contradicen la oficial con una importante carga documental: miles de informes elaborados por agencias de inteligencia como el FBI, la CIA o el KGB. Pero en esta ocasión aporta un documento inédito que abre la vía a la enésima conjetura. Y es que Hitler pudo escapar por España.
Ese revelador documento, que poseía en su archivo personal el Gruppenführer Heinrich Müller -jefe de la Gestapo-, es cuando menos extraño, toda vez que se trata de la autorización de un vuelo desde Austria a Barcelona fechado el 20 de abril de 1945, esto es, 10 días antes del presunto suicidio del líder nazi. La lista de los pasajeros es reveladora: los nombres que allí aparecen son los del Führer, Eva Braun, el propio Müller, Hermman Fegelein y una curiosidad: los nombres del doctor Goebbles y su familia, pero tachados.
«Durante la conferencia de Postdam, cuando Stalin se reúne con Truman y Churchill, les dice: ‘Se nos ha escapado el bribón. Posiblemente esté escondido en España o en Argentina’.Esa es la primera pista», explica Frattini a Diario de Burgos. En ese momento, verano de 1945, Churchill estaba muy presionado: la prensa publicaba un día sí y otro también que Hitler había escapado, que estaba escondido...
«Churchill decidió enviar a Berlín al investigador británico Hugh Trevor-Roper para que construya los últimos días de Hitler en el Búnker.El historiador construyó un relato, que es la historia oficial que nos ha llegado a todos: que el Führer se suicidó en el búnker conEva Braun y sus dos secretarias. Pero esta historia acabó desmontándose cuando aparecieron los testimonios de testigos directos, porque Trevor-Roper no entrevistó a ninguno», explica Frattini.
Cuenta el historiador que en el transcurso de sus investigaciones, encuentra en el archivo del Gobierno federal alemán el documento antes citado, firmado por Müller. «A partir de aquí hay muchos más documentos, como el de una comunicación interna firmada por J. Edgar Hoover informando que la inteligencia militar estadounidense está investigando en España a un supuesto médico que asegura haber hecho una reconstrucción de rostro a Hitler en una intervención quirúrgica realizada en nuestro país».
España, refugio nazi. Para Frattini, toda esa documentación hace dudar de la historia oficial. Y considera que de ninguna manera sería descabellado pensar que Adolf Hitler, no habiendo muerto en el búnker como subraya esa historia oficial, hubiese recalado en España en el transcurso de su huida. Aunque sólo de paso, porque este investigador no cree en la teoría de que el Führer se estableciera en España, sino que se ocultara temporalmente aquí antes de salir a su destino definitivo, probablemente Argentina.
«Sobre esa posible estancia en España, que era lo que siempre sospechóStalin, hay diversas hipótesis. Una, que fue protegido por el general Moscardó, quien según esta tesis era la persona que le estaba esperando a su llegada a Barcelona. Otra, que pudo ocultarse en lugares de Burgos o Cantabria, que habían sido y todavía eran refugio de jerarcas nazis, caso del capitán de la SS Reinhard Spitzy, que estuvo con los monjes de Cardeña, o de Friedhelm Burbach, cerca de Trespaderne. Otra, es que se movió por Andalucía para coger un submarino en algún lugar de la costa. Hay una tercera que sugiere que pudo escapar desde Canarias», señala el autor. En el libro, Eric Frattini incluye también documentos de la Marina argentina que hablan de la presencia de un submarino germano en aguas de la Patagonia y de un desembarco de personas en la costa».
El autor.
Eric Frattini es autor de más de una veintena de ensayos, publicados en quince idiomas y en 42 países, entre los que destacan: Osama bin Laden, la espada de Alá (2001); Mafia S.A. 100 Años de Cosa Nostra (2002); La Santa Alianza, cinco siglos de espionaje vaticano (2004); CIA, Joyas de Familia (2008); Mossad, La ira de Israel (2009), entre otros. Su libro The Entity. Five Centuries of Secret Vatican Espionage (St. Martin’s Press, New York, 2008) entró a formar parte de la biblioteca de estudios de inteligencia de la CIA en Langley. En 2013 recibió en Italia el II Premio Nacional de Investigación Periodística por su trabajo de investigación sobre el caso ‘Vatileaks’ y que dio lugar a la publicación del libro Los Cuervos del Vaticano, y en el mes de julio del mismo año recibió en la isla de Lípari el Premio Anual Strillaerischia (Italia) al Mejor Enviado Especial por su trabajo en Afganistán.