Las Adoratrices ven «indignante» decir que La Boheme es un hostal

Angélica González / Burgos
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Esta orden religiosa firmó ayer un convenio con el Ayuntamiento por el que éste aportará 42.000 euros a su programa Betania

El alcalde, Javier Lacalle, junto con las representantes de las Adoratrices y las ediles de Mujer y Servicios Sociales. - Foto: Jesús J. Matías

La orden de las Adoratrices lleva más de 150 años dedicándose a cuidar de las mujeres que se dedican a la prostitución. Poca gente como ellas sabe lo que significa vivir en ese «mundo oculto» como lo denominan y por eso lamentan que haya personas que lo minimicen. La superiora aseguró ayer que le parece «indignante» que el dueño de La Boheme dijera ante el tribunal que le está juzgando por prostitución coactiva que su club «es un hostal»: «El que se tiene que defender lo hace como puede pero hay defensas... ¿Es un hotel? Pues bueno...».

A su juicio, «por supuesto que esas mujeres ejercieron la prostitución de forma coactiva, es lo que declararon a la Policía cuando llegó al club y se dio cuenta de que estaban engañadas».

El caso que se está juzgando no es, pues, desconocido para este colectivo de religiosas ya que se ha abordado en la Mesa contra la Trata de Mujeres que existe en la provincia de Burgos desde hace dos años creada por el propio Proyecto Betania de las Adoratrices y la ONG Accem. En ella están incorporados, además, la Fiscalía, la Junta, la Subdelegación del Gobierno, el Ayuntamiento, la Guardia Civil y la Policía Nacional.

Las responsables del Proyecto Betania hicieron estas reflexiones  tras la firma en el Ayuntamiento de un convenio de colaboración por el que esta institución le va a aportar 42.000 euros para financiar las actividades de ayuda a mujeres en contextos de prostitución. Las Adoratrices les ofrecen un centro de día, un recurso residencial, asesoramiento laboral,  jurídico y sanitario y, sobre todo, un acompañamiento, tanto si quieren salir de la prostitución como si no.

Hasta ahora, esta labor se había desarrollado conjuntamente con Cáritas pero la orden religiosa ya lo hace de forma individual, como anunció públicamente la semana pasada.

En aquel momento, se denunció el incremento de mujeres españolas (y burgalesas) que se están dedicando a la prostitución en los últimos tiempos y cómo la crisis económica está golpeando a las que pudieron salir de ella en otros tiempos más favorables: «Han sido las primeras en ser despedidas de los trabajos normalizados que encontraron y ahora han vuelto a prostituirse».