La adaptación de exteriores en los antiguos silos del Senpa, futuro Museo de la Radiotransmisión Inocencio Bocanegra, se ha intensificado esta semana con el concurso de personal municipal, empresas contratadas para diversos servicios y de diez militares del Regimiento de Ingenieros de la División Mecanizada Brunete que están simulando un puesto de mando, enfermería, nidos simulados de ametralladoras y una trinchera de defensa de una unidad del Ejército avanzada.
Durante un mes, aproximadamente, los trabajos continuarán aislando pasadizos y adaptando la estructura que antecede a las salas del Museo Inocencio Bocanegra a las normativas vigentes para que todo ello forme un conjunto que ambiente el lugar para que los visitantes se sientan inmersos en escenarios recreados de la primera guerra mundial.
El patio central, donde se ubicarán los dormitorios de campaña, quedará habilitado para realizar trabajos en equipo con aparatos emisores y receptores en funcionamiento como aula docente, con posibilidad de comunicación con otros puestos de recepción que se irán adaptando a las prácticas que se deseen realizar por colegios, técnicos y coleccionistas de aparatos de radiotransmisión e incluso cuerpos del Ejército que recibirán invitaciones.
Inocencio Bocanegra, coleccionista que ha cedido varios cientos de aparatos que ya están colocados en vitrinas y estantes, en la visita que realizó ayer quedó sorprendido por el avance de las obras y las pretensiones municipales de lograr un espacio digno para su particular dedicación personal, la recopilación de aparatos de radiotransmisión de la práctica totalidad de los ejércitos y nacionalidades del mundo.
Los militares, satisfechos por el trabajo que les ha sido encomendado, están ilusionados en lograr una ambientación realista y fiel a la época de principios del pasado siglo y su desarrollo posterior.
El alcalde, Luis Jorge del Barco, espera ofrecer, tras una larga espera por la complejidad que supone la adaptación, un museo único en el mundo, especial por su singularidad en aparatos de radiotransmisión y que supondrá un retazo de historia para curiosear, estudiar y entender la evolución de los sistemas de comunicación.
La inversión en este museo alcanzará los 400.000 euros, pero Del Barco López augura que su repercusión, en el municipio y comarca, «superará con creces la inversión por las miles de visitas anuales que tendrá aprovechando su exclusividad y el enclave estratégico entre Burgos-Atapuerca y La Rioja que ofrecen, así mismo, singulares enclaves y rutas vitivinícolas de gran actualidad en el turismo nacional e internacional».
La colección de Inocencio Bocanegra, según su propio testimonio, tiene buen padrino: «Este hombre, refiriéndose al alcalde, se ha empeñado en este proyecto y está consiguiendo lo impensable; creo que será muy bueno para Belorado y para toda la provincia burgalesa», manifestó.
Trajes de cosmonautas, carros de combate, trincheras, aparatos de radiotransmisión con baterías y electrónicos, antenas simuladas, sofisticados equipos de transmisión y recepción, quedarán complementados por fotografías, descripciones sobre su uso y con ambientación musical que ofrecerán momentos inolvidables a los visitantes del Museo de la Radiotransmisión, que abrirá sus puertas previsiblemente en enero de 2013.